Uno de los directores checos más conocidos y de mayor éxito de todos los tiempos, Jirí Menzel cayó rendido ante las películas de Chaplin, Clair, Renoir y otros grandes directores cuando todavía estaba en la escuela primaria. Sin embargo, primero optó por estudiar teatro, y sólo después de no conseguir entrar en la escuela de arte dramático obtuvo una plaza en FAMU (la Academia de Cinematografía de Praga), donde estudió entre 1958 y 1962. Formó parte de un curso especialmente destacado (fue compañero de Vera Chytilová y Evald Schorm, entre otros), y ha sido considerado en general como el impulsor de la Nueva Ola checa. En 1965, junto a Jan Nemec, Vera Chytilová, Evald Schorm y Jaromil Jire, dirigió Pearls on the Bottom (Perlicky na dne), un largometraje compuesto por varias historias diferentes (premio FIPRESCI, Festival de Cine de Locarno). Su primer largometraje en solitario, Trenes rigurosamente vigilados (Ostre sledované vlaky, 1966), basado en una historia de Bohumil Hrabal, le valió varios premios, incluido un Óscar a la mejor película de habla no inglesa.