Corre el año 2032: ya existen robots que parecen humanos y que se supone que ayudan a la humanidad en tareas peligrosas. Sin embargo, los particulares no están autorizados a poseer tales androides. No obstante, el mujeriego Charles (Jack Whitehall) ha adquirido un doble artificial suyo llamado C2 por medios ilegales. C2 capta para él a mujeres desprevenidas con las que el verdadero Charles puede mantener relaciones sexuales.