Drama basado en hechos reales en torno al abogado Bryan Stevenson (Michael B. Jordan) y su histórica batalla por la justicia. Su caso en defensa de Walter McMillian (Jamie Foxx), sentenciado a pena de muerte por un grave asesinato que no había cometido, le llevaría a enfrentarse a un sistema judicial enmarañado por maniobras legales y políticas abiertamente racistas.