El coronavirus ha dejado las calles de París completamente desoladas. Nadie frecuenta ya sus calles. Aunque muchos parisinos han decidido abandonar la capital francesa, un grupo de familias han decidido permanecer en su vivienda de la calle de la Humanidad. Todos ellos son completamente diferentes con vidas absolutamente ajenas, pero todos viviendo una realidad en común: el confinamiento a causa de la Covid-19.