Nacido en 2009 en Canadá, desde muy joven Walker Scobell se subió al escenario para ser uno de las protagonistas de la obra teatral Mary Poppins. Walker, que entonces aún era un niño de quinto grado en el colegio, asistió a uno de los talleres para actores del intérprete y profesor John D'Aquino en California. El último día de curso, Walker conoció a April Baker, que se convertiría en su representante. Poco después, Walker firmó con la A3 Artists Agency de Nueva York.
Carmen Cuba, directora de casting de la película Proyecto Adam, realizó audiciones a 376 niños en su búsqueda del actor perfecto para convertirse en un joven Ryan Reynolds en el filme. En lugar de centrarse en el aspecto, buscaba una cualidad más sutil y difícil de definir: trataba de encontrar a alguien que compartiese la "energía" que tenía la estrella canadiense cuando era un chaval en la serie Fifteen de Nickelodeon, más que un parecido físico. Tras ser contratado, Scobell hizo su debut en el cine a los 15 años en la exitosa película de Netflix, a las órdenes del director Shawn Levy.