Tras codirigir junto a Santi Amodeo, El Factor Pilgrim, Alberto Rodríguez participó en el Festival de Berlín con su primer largometraje en solitario titulado El Traje. Con 7 Vírgenes, se consolidó como uno de los jóvenes directores más interesantes del panorama español. Participó y ganó en el Festival de Cine de San Sebastián, donde se hizo con la Concha de Plata, y su éxito se confirmaba con nada menos que seis nominaciones en los premios Goya, a Mejor Director, Mejor Guión Original, Mejor Actor, Mejor Actriz Revelación y Mejor Actor Revelación para Jesús Carroza, que finalmente se alzó con la estatuilla. También consiguió el prestigioso premio La Navaja de Buñuel y participó, no sólo en los festivales españoles más relevantes, sino también en reconocidos festivales internacionales como el Festival Internacional de Cine de Toronto.
No es frecuente que crítica y público compartan criterio sobre una película, sin embargo, así fue en el caso de 7 Vírgenes. Unas estupendas críticas, el reconocimiento de la cinta en multitud de festivales y el interés que se despertó entre el público (1 millón de espectadores) avalaron este maravilloso trabajo de Alberto Rodríguez.