Elmer y su madre, La China Jurado, regentan un vivero de plantas que, en realidad, es una tapadera de su negocio de asesinatos por encargo. Elmer nunca había tenido ningún inconveniente para matar, hasta que conoce a su siguiente víctima: Violeta, una joven profesora de educación infantil. Elmer no puede evitar enamorarse de ella, a pesar de saber que su madre está empeñada en llevar a cabo el encargo de acabar con su vida.
Las vidas de un grupo de mujeres se ven sacudidas repentinamente por la aparición de los restos mortales de una de sus compañeras de instituto, desaparecida durante el viaje de fin de curso a Mallorca veinticinco años antes.