Hannah (Hadley Robinson), una joven modista, parece estable, pero en secreto lucha contra una problema que le amarga la vida. Hannah no tarda en caer enferma por culpa de esos sentimientos enterrados que se manifiestan en algo espantoso que no deja de crecer en su cuerpo: un apéndice. A medida que la salud de Hannah empeora, el apéndice empieza a agravar sus crisis de ansiedad.