El 27 de septiembre llega a los cines la nueva película de Icíar Bollaín. Hablamos con la directora y la actriz Mireia Oriol sobre el filme, que cuenta el caso de la primera mujer en conseguir una condena por acoso sexual contra un político
Mireia Oriol no sabía nada del caso Nevenka cuando se embarcó en la nueva película de Icíar Bollaín. "Tenía cuatro años cuando esto sucedió. Tenía total desconocimiento", dice la actriz, nacida en 1996, en SensaCine durante el Festival de Cine de San Sebastián. "A raíz del 'casting' pregunté en casa y sí se recordaba el caso, pero se recordaba como una mujer trepa, como que en aquel momento la prensa la había colocado en un sitio horrible". Esto que menciona Oriol es uno de los momentos que refleja Soy Nevenka, la película de Bollaín sobre Nevenka Fernández, la primera mujer en denunciar a un político por acoso sexual.
Soy Nevenka, que llega a los cines el 27 de septiembre tras su paso en la Sección Oficial del certamen donostiarra, es, en palabras de Bollaín, "una manera de recordar a una mujer que fue la primera en España en hacer algo así". Lo ocurrido es también un relato muy rico y muy actual. "Ves una historia ahí de una potencia… Ves a una mujer muy joven que se encontró en una situación que la superó por completo, pero que consiguió superarla", afirma la directora. "Vi una gran historia y vi que no era algo del pasado y resonaba mucho en el presente".
Icíar Bollaín vuelve a la historia real con 'Soy Nevenka': La primera mujer que denunció a un político por acoso sexual | San Sebastián día 1En el año 2000, Nevenka Fernández, concejala de Hacienda en Ponferrada, denunció al entonces alcalde Ismael Álvarez -Urko Olazabal le interpreta en la película- por acoso sexual. El juicio, celebrado en 2002, fue el germen de un cambio de pensamiento en la sociedad española: La sentencia convirtió a Álvarez en el primer político condenado por acoso sexual. Fernández no lo tuvo fácil. Tras la denuncia, su partido político y algunos de sus allegados le dieron la espalda y la culparon a ella. Bollaín se lleva el relato a lo íntimo y personal, poniendo el foco en Fernández y contando sus vivencias.
"Podíamos habernos centrado en el caso judicial, que tuvo mucho impacto, fue muy mediático. Realmente es apasionante cómo construyeron la querella porque era muy difícil demostrar esto", afirma la cineasta. Bollaín lo descartó porque quería que fuese la víctima la que tuviera voz:
Para mí había que contar la historia de la manera en la que Nevenka se sintiera representada, no la entendía de otra manera
Oriol se mete en la piel de Fernández. "Al principio, me pesaba un poco la necesidad de que la propia Nevenka se sintiera representada y se sintiera orgullosa de esta película, de ver realmente lo que ella había vivido o emociones similares", recuerda la actriz. "Más allá de esto, con lo que más compromiso yo sentí, con más presión, era lo de meterse allí, de entrar de verdad en esos sitios tan desagradables y escabrosos que, al final, a mí como actriz me han colocado en un sitio bastante vulnerable, me han hecho también confrontar miedos que desconocía que tenía, incluso de darme cuenta de lo inherente que está en mí este miedo a ser acosada, a ser violada, de cómo forma parte de mi identidad como mujer".
LA AYUDA DE NEVENKA FERNÁNDEZ
Bollaín y Oriol no estuvieron solas en este trabajo de meter al espectador en la piel de una víctima de acoso sexual. Fernández estuvo ahí para acompañarlos. "Contamos con ella", afirma la directora. "Fue un diálogo constante mientras escribimos el guion. Ella siempre estuvo ahí en un diálogo abierto. Fue muy generosa y estuvo siempre dispuesta a la conversación y, cuando investigamos y nos hacíamos preguntas nuevas, ahí estaba por si queríamos preguntarles".
Para Oriol, conocer a la mujer a la que iba a interpretar era importante en dos ámbitos: comprender su valentía y su camino de sanación. "El atreverse a denunciar era, para mí, incomprensible. cómo ella había tenido ese valor, quién era esa persona para realmente haber tenido esa fe en sí misma y esa creencia en la verdad de lo que estaba contando y en lo que había vivido. Con tantas opiniones a su alrededor en contra, yo flipo de cómo se mantuvo firme en su postura".
Como añade:
También comprender esa transformación y esa sanación del dolor, de haber sido tan traumatizada. No solo el proceso propio de ella, también el querer compartirlo con la sociedad, con el deseo puro de amor de ayudar a otras personas que estuvieran viviendo algo parecido o lo hubieran podido vivir. Para mí eso era como muy inspirador
Hay un momento en Soy Nevenka en el que Bollaín muestra cómo reaccionó la sociedad y la prensa de la época tras la denuncia de Fernández. "Hay una frase, la de Urdaci abriendo el telediario… La imagen de Nevenka dando la rueda de prensa es muy impresionante porque es una mujer temblando, al borde del llanto, diciendo: 'Este señor me ha acosado'. Empieza el telediario. A continuación: 'Trifulca sentimental en Ponferrada", recuerda la cineasta. Comparando las épocas, algo hemos evolucionado. "Lo que me parece interesantísimo es que nos choque. Eso es lo que es bueno, que nos choque".