"Las mías son las mejores, pero le doy el tercer puesto": James Cameron aprueba esta secuela de 'Terminator' a pesar del fracaso en taquilla
Amante de las series y gran aficionada al terror, la ciencia ficción, la crónica negra y el ‘true crime’.

El cineasta celebra el 40 aniversario de la primera película de su carrera. Un emblema de la ciencia ficción que creo una franquicia

A punto de cumplirse 40 años del estreno de Terminator en cines -aunque a España llegaría un poco más tarde-, James Cameron se ha reencontrado con la película que catapultó su carrera en 1984 para el próximo número de la prestigiosa revista Empire y compartido una serie de interesantes reflexiones y anécdotas que nos encantan. En su entrevista, el director de varias de las películas más taquilleras de la historia derrocha cariño por la que él mismo denomina como "mi primera película" -aunque su primer crédito como director sea la película de la que fue despedido Piraña II: Vampiros en el mar-.

"Yo era un punk que empezaba cuando dirigí Terminator. Creo que tenía 29 años en ese momento, y fue mi primer trabajo como director. Terminator fue mi primera película y es una razón muy querida para mí", asegura. Y aunque con el paso de los años y habiendo crecido como cineasta también es capaz de verla con una mirada más crítica, se sigue sintiendo más que orgulloso del trabajo realizado: "No lA considero un Santo Grial, eso es seguro. La miro ahora y hay partes que son bastante vergonzosas, y partes que son como 'Sí, lo hicimos bastante bien para los recursos que teníamos disponibles'. No me avergüenzo de ninguno de los diálogos".

Tampoco se avergüenza, ni mucho menos, de su regreso a la saga con Terminator: Destino Oscuro (2019), que fue un fracaso en taquilla pero que el creador de la franquicia considera la tercera mejor de todas, solo por detrás de las dos primeras.

Con cuarenta años de perspectiva, sabemos que Terminator fue un auténtico fenómeno en 1984 y que fue definitiva para catapultar la carrera no solo de Cameron, sino de su actor protagonista Arnold Schwarzenegger. Siete años después, su primera secuela, Terminator 2: El juicio final, terminó de consolidar la obra de ciencia ficción y, hoy por hoy, las dos primeras películas de la saga no solo son parte de la cultura popular, sino pura historia del cine.

Sin embargo, cuando la saga siguió creciendo con el paso de los años lo hizo sin James Cameron y con peores resultados. El estudio que poseía los derechos fue a la bancarrota y finalmente fueron a parar a unos dueños que no convencían nada al director, quien se planteó comprarlos él mismo pero finalmente decidió desvincularse del todo. La tercera película, Terminator 3: La rebelión de las máquinas fue todo un acontecimiento en 2003, pero a partir de ahí la cosa cayó en picado: Terminator Salvation (2009) y Terminator: Génesis (2015) no salieron según lo esperado.

Tras ellas, James Cameron pudo hacerse con los derechos y producir una nueva película en 2019, Terminator: Destino oscuro, que se considera uno de los peores desastres de taquilla recientes. Sin embargo, aunque el director admite que "calcularon mal", tiene grandes palabras para ella:

Creo que la película es genial. Sigo pensando que las mías son las mejores, pero la coloco en un sólido tercer lugar

"Creo que el Rev-9 era genial", asegura en su entrevista con Empire sobre el villano de Gabriel Luna. "Personalmente, creo que es tan bueno como todo lo que hicimos en ese momento. Nuestro problema no fue que la película no funcionara. El problema fue que la gente no fue a verla. Se lo he dicho a Tim Miller [el director] muchas veces. Le dije: 'Torpedee esa película antes de que escribiéramos una palabra o filmáramos nada".

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Según Cameron, se inclinó demasiado hacia los regresos de Linda Hamilton y Schwarzenegger sin pensar en que los espectadores eran diferentes a los que en su día vieron sus películas: "Hicimos una secuela legítima de una película en la que la gente que iba al cine en el momento en que se estrenó la película está muerta, jubilada, lisiada o tiene demencia. No tenía sentido. No había nada en la película que atrajera a un nuevo público".

Terminator: Destino oscuro solo recaudó 261 millones de dólares a nivel mundial con un presupuesto de producción de 185 millones de dólares.

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