'Daniela Forever', el regreso de Nacho Vigalondo 9 años después con una distopía romántica que no termina de funcionar [Sitges 2024]
Tomás Andrés Guerrero
-Cinema Expert
Curtido en los VHS del ‘ultragore alemán’ o el cine de explotación italiano. Busca una adaptación cinematográfica que haga justicia a H.P. Lovecraft.
Escrito con:
Alicia P. Ferreirós

La última película del cineasta cántabro acaba de presentarse en el Festival de Cine de Sitges como parte de la Sección Oficial Fantàstic a Competició

La última película del cineasta cántabro Nacho Vigalondo, Daniela Forever, acaba de presentarse en el Festival de Cine de Sitges que se celebrará hasta el próximo 13 de octubre como parte de la Sección Oficial Fantàstic a Competició de esta edición de la cita cinematográfica. Tal y como dijo el propio director en el auditori, han pasado 9 años desde su anterior película, Colossal, en 2016, aunque Vigalondo no ha dejado de trabajar en otros proyectos, principalmente como director en diversas series de televisión como El vecino, Nuestra bandera significa muerte o Historias para no dormir, y también como guionista -escribió uno de los episodios de La Mesías, entre otras-.

Nominado al Oscar por su famoso cortometraje 7:35 de la mañana, Nacho Vigalondo, en cuyos 20 años de trayectoria aglutina trabajos tan diversos como haber sido guionista de Gran Hermano, se inicio en el largometraje en el año 2007 con Los Cronocrímenes que ya es toda una joya de culto del cine español.

Ahora Nacho Vigalondo regresa como director de un largometraje con Daniela Forever, "una distopía romántica a caballo entre el género de la comedia y el género del drama", tal y como la describe nuestro compañero Tomás Andrés tras haber podido disfrutar de ella en el festival, que está protagonizada por Henry Golding, al que muchos recordaremos por la película Crazy Rich Asians, y por la actriz italiana Beatrice Grannò, más popular por su papel en The White Lotus. Asimismo, el director ha contado también con artistas españoles, como Aura Garrido, Nathalie Poza o Rubén Ochandiano, que "está divertidísimo" en la película.

Henry Golding interpreta en Daniela Forever a Nicolás, un DJ que se traslada a Madrid para trabajar y allí conoce a artista italiana, Daniela (Grannò), que está también de paso porque allí también vive su pareja, y protagonizan un romance súper intenso. Cuando la desgracia ataca a la pareja y ella fallece, a él se le ofrece la posibilidad de trabajar en un estudio clínico en el que puede recuperar a su novia perdida en los sueños. Sin embargo, lo que en principio es un estudio para romper el vínculo emocional que tenían ambos es usado por él para seguir retomando la relación con ella en sus sueños y manejarlo todo a su antojo, al tiempo que se va generando una dependencia total de vivir dentro de sus sueños y así poder seguir compartiendo todos esos momentos con la pareja que ha perdido.

"Hay cierto aire ahí a las películas de Michael Gondry como ¡Olvídate de mí! o, mucho más, de La ciencia del sueño", reflexiona Andrés en su videocrítica al tiempo que admite rápidamente que esta "distopía de ciencia ficción a caballo entre el drama romántico con algunos toques de comedia que no acaba de convencer".

Vigalondo ha tirado de una serie de topicazos hipsters con los que no he conectado en absoluto. [...] Es una oda al gafapastismo, al rollo que hay en Malasaña y a la gente moderna

"A diferencia de otras de sus películas, como Extraterrestre, que era una comedia costumbrista disfrazada de película de ciencia ficción, esta película me ha parecido un patinazo importante en su carrera", sentencia. Además, "aunque en su tramo final consigue encauzar un poquito la historia, también hace gala de una toxicidad masculina impresionante".

"Me gustaría resaltar una de las decisiones más curiosas que toma Nacho Vigalondo a la hora de realizar Daniela Forever: Nacho representa la realidad grabada como si estuviésemos en un videazo de los años 90, con una cámara cutrísima. Y, sin embargo, cuando entra a sus sueños para retomar su relación con Daniela, el plano se abre y tenemos una película como Dios manda".

En definitiva, Daniela Forever es "una película cuya premisa es bastante conquistadora, pero que tiene giros decepcionantes y se pasa de hispterismo" y en la que uno de los grandes problemas son sus protagonistas: "No hay química entre los dos protagonistas: no ves pasión, no ves amor, sino dos personas actuando".

A modo de reflexión final: "Vigalondo siempre genera controversia. Sus películas no suelen dejar a nadie indiferente en su curiosa mezcla de comedia romcom americana con ciencia ficción", pero la única forma de disfrutar del cine es yendo a ver la película y que cada espectador saque sus propias conclusiones.

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