La joven aprovechó su presencia en los Premios Bazaar 2024 para dar un discurso defendiendo a las mujeres de todos aquellos que mira con lupa cada uno de nuestros cambios
Yo estoy cansadísima. No puedo más. Estoy agotada de justificarme por lo que hago, pero también por aquello que dejo de hacer. Por ser una mujer independiente que sabe lo que quiere. No me apetece seguir pidiendo perdón o tener que moldear mi personalidad o mi físico para convencer a una sociedad heteropatriarcal que haga lo que haga me va a seguir juzgando y mirando de reojo.
Y por supuesto no soy la única, ¡cómo voy a serlo en un mundo con siete mil millones de personas en el que más de la mitad somos mujeres! Afortunadamente cada vez son más aquellas que usan sus plataformas para defenderse de según qué situaciones o simplemente para dar un paso al frente y solidarizarse con según qué causas. En estos días lo hemos visto con la denuncia de la actriz y presentadora Elisa Mouliaá dirigida al político Íñigo Errejón, ¡qué engañadas nos tenías!; o con la joven "influencer" y cantante Mar Lucas, que ha utilizado su música para vestir de palabras la relación abusiva en la que estuvo con el tiktoker Naim Darrechi. Por cierto, tras eso él la ha amenazado con compartir contenido íntimo de ella. Sigue teniendo 30,3 millones de seguidores en esta plataforma y más de seis en Instagram.
Hace un par de días, fue la actriz Ester Expósito la que alzó la voz aprovechando su participación en los Premios Bazaar y cuando subió al escenario expuso la situación que está cansada de soportar, además de forma colectiva, ya que todas estamos sometidas a un tipo de escrutinio u otro.
En su caso, la joven está más que acostumbrada a que la sexualicen y a que todo el mundo comente sin cuidado su físico en redes sociales y en diferentes medios de comunicación. Además, desde hace un tiempo, las especulaciones sobre sus supuestos retoques estéticos han hecho correr ríos de tinta. Bueno, de teclas.
La última vez que se ha visto sometida a semejante juicio fue hace apenas unos días, cuando acudió a La Revuelta a presentar su última película, El Llanto. Después de que la gente la viera en el plató del programa de Broncano, las redes se inundaron de comentarios que indicaban que parecía mucho más mayor, comparándola incluso con Carmen Lomana, que estaba irreconocible o que a se había hecho más de 50 intervenciones de diferente índole, algo que ella misma señaló totalmente incrédula en el escenario de los galardones.
"El otro día estuve reflexionando sobre todas las formas tan distintas de violencia que recibimos las mujeres, sobre todo. No se opina, y menos públicamente, sobre el físico de otra persona. Y menos todavía si no tienes ni idea de lo que estás hablando. No tienen por qué aguantar esto, al igual que yo tampoco tengo por qué aguantarlo. Estoy cansada y estoy cabreada. Resulta que llevo leyendo la estupidez de que me he realizado como 50 cirugías y retoques estéticos en la cara desde que tengo 19 años. Me pregunto cuánto tiempo más voy a tener que seguir leyéndolo", sentenció además de forma tajante y visiblemente afectada por la ira, como es normal, la protagonista de Élite.
A raíz de esto, lo que la intérprete comentó es que lo que le había pasado se trata nada más y nada menos de algo tan simple como que ha subido algo de peso. "Lo creáis o no, las mujeres, al igual que los hombres, también crecemos, cambiamos, engordamos o adelgazamos. Y al final me parece, bueno, digo, menos mal, ¿no? Porque esto significa que estamos vivas y que no somos muñecas". Y es que quizás esto último sea algo que le moleste mucho a la sociedad en la que vivimos, la cosita de que hayamos llegado a un punto en el que no soportemos que jueguen con nosotras a su antojo. Por cierto, El llanto precisamente utiliza el terror para hablar de la violencia contra las mujeres.