"El número de cadáveres fue alto, las bajas son numerosas": así son los mejores créditos finales de la historia
Randy Meeks
-Redactor de cine y series
Desde que viendo 'Star wars' la primera vez vio al stormtrooper dándose un coscorrón ha estado atento a todas las curiosidades que pasan de fondo, esas en las que nadie se fijaría si no hubiera alguien sacándolas a la luz. Experto en la tontería, vaya.

John Carpenter supo meternos como nadie 'En la boca del miedo'

Antes de empezar el instituto, John Carpenter ya tenía una Super-8 e iba rodando cortos alrededor de su pueblo, Bowling Green, en Kentucky, entonces de unos 40.000 habitantes. Los primeros de los que se tienen constancia fueron grabados a los 14 años. Uno, Godzilla vs Gorgo, lo hizo mediante claymation le calmó las ansias de tener más aventuras del monstruo nipón. Otro, Terror from Space, cogía ideas prestadas de Vinieron del espacio. A los 21 años ya estaba dirigiendo su primer cortometraje profesional. El resto es historia.

Miedo en la boca

En 1995, la carrera de John Carpenter estaba en pleno auge de calidad pero la taquilla no respondía. Memorias de un hombre invisible y El pueblo de los malditos se hundieron, dejando todas las posibilidades de seguir dirigiendo a su manera a una sola carta: la de En la boca del miedo, una fabulosa película con tintes de Lovecraft cuyo guion llevaba quince años rondando las puertas de Hollywood. El resultado entre el público no fue bueno, pero con el tiempo, como todo lo que ha hecho Carpenter, se ha ganado un seguimiento de culto.

Y no es para menos: la cinta juega entre los distintos planos de la realidad constantemente en un metraje claramente adelantado a su tiempo que tuvo un detalle hilarante en sus títulos de crédito, donde, al final, siguiendo los clásicos mensajes indicando que ningún animal fue herido haciendo la película, añaden "La interacción humana fue monitorizada por la Asociación de Psiquiatras Interplanetarios. El número de cadáveres fue alto, las bajas son numerosas". Todo un regalo para los cazadores de easter eggs.

La primera preocupación por el bienestar de los animales en los sets de rodaje viene de 1939, cuando la película Tierra de audaces se pasó de la raya. En una escena, el doble de Tyrone Power debía dar un salto por una ladea para eludir a sus perseguidores, pero, para hacerlo, el caballo tenía que tener los ojos vendados. Ambos cayeron al agua a 21 metros: el doble sobrevivió, el caballo acabó ahogándose. Pero el logotipo que vemos ahora viene tras la cruel La puerta del cielo, de la que, directamente, expulsaron a la sociedad por los derechos de los animales. No os aconsejo leer lo que pasó si no queréis que el estómago os de vueltas el resto del día.

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