Ridley Scott y Steven Spielberg han intentado recuperar el legado de Kubrick, aunque hasta ahora no han logrado igualar su visión original
A finales de la década de los 60, el sueño de Stanley Kubrick de rodar una monumental biografía sobre Napoleón Bonaparte comenzaba a tomar forma. Su visión de una nueva película provocó que realizase un trabajo de investigación sin límites, acumulando miles de páginas de documentación sobre el personaje histórico. Pese a sus intentos de plasmar la vida de Napoleón en la gran pantalla, el proyecto finalizó mucho antes de existir. Lo que Kubrick consideraba "la mejor película jamás realizada" quedó finalmente en el saco de las cintas que nunca llegaron a existir.
Kubrick estaba convencido de que esta sería su obra cumbre y estaba decidido a plasmar cada aspecto de la vida de Napoleón en la gran pantalla. Con más de 500 libros y una base de datos de 30.000 fotografías de localizaciones, el cineasta quería que la película fuese lo más fiel posible a la realidad. Su idea conllevaba un presupuesto exagerado que incluía más de 50.000 extras, todos militares, entrenados para recrear las batallas con una precisión histórica. Este coste, sumado al fracaso comercial de la película Waterloo de Sergey Bondarchuk, hicieron que los estudios de Hollywood diesen la espalda al proyecto tan rápido como fue planteado.
Con Napoleón a un lado, Kubrick tuvo que dedicar su tiempo y esfuerzo en otros títulos como La naranja mecánica y Barry Lyndon, cintas que serían estrenadas en 1971 y 1975, respectivamente. El director aprovechó la oportunidad de rodar el segundo título para aplicar técnicas que había ideado para su proyecto fallido, incluyendo el uso de iluminación natural en interiores gracias a las lentes Zeiss de la NASA, lo que le permitió rodar en ambientes con muy poca luz sin tener que recurrir a iluminación artificial que no fuera realista.
Ridley Scott y Steven Spielberg intentan hacer realidad el sueño frustrado de Kubrick
Aunque Napoleón nunca llegó a existir, la idea de un relato épico sobre Bonaparte pasó de mano en mano en Hollywood. En 2023, Ridley Scott estrenó Napoleón, un intento por revivir la figura del emperador en la pantalla grande. La película no recibió buenas críticas y, a día de hoy, cuenta con un 58% de puntuación en Rotten Romatoes, siendo definida por la crítica como "una epopeya astutamente divertida, con escenas de bravura y una duración dividida que le impide conquistar abiertamente". Además, algunos espectadores y críticos destacaron su aproximación poco precisa a los hechos históricos.
"La mejor película que he visto en mi vida": esta obra maestra recibió los mayores elogios del legendario director Stanley KubrickTras el intento del director de Alien: El octavo pasajero, la historia del Napoleón de Kubrick podría revivir de otra manera. Steven Spielberg, quien en su momento colaboró con Kubrick en A.I. Inteligencia Artificial, ha anunciado su intención de llevar el proyecto a la pequeña pantalla en una serie limitada de siete episodios. Spielberg asegura que este formato permite desarrollar con mayor detalle la complejidad de la vida de Bonaparte, algo que quizás Kubrick habría celebrado. ¿Llegaremos a disfrutar de este proyecto frustrado algún día?