Si te gustan las películas de aventuras, los 90 minutos de 'Viaje al centro de la tierra' te garantizan un rato estupendo
La literatura de aventuras no solo es uno de los géneros más disfrutables por todo gran lector que se precie, sino que, a lo largo de la historia, ha servido como base de algunas grandes películas. Algunos de los grandes ejemplos son los inconfundibles trabajos de autores como Edgar Rice Burroughs con Tarzán, Robert Louis Stevenson con La isla del tesoro, Alejandro Dumas con Los tres mosqueteros o, por supuestísimo, Julio Verne, creador de eternos clásicos del género como 20.000 leguas de viaje submarino, La vuelta al mundo en 80 días y La isla misteriosa.
Otra de las novelas más populares de este último hasta el día de hoy es Viaje al centro de la Tierra, una cautivadora historia que ha sido adaptada a la gran pantalla hasta en cinco ocasiones. La última de ellas en 2008.
Dirigida por Eric Brevig y protagonizada por Brendan Fraser y Josh Hutcherson, puedes ver Viaje al centro de la tierra en abierto esta misma noche: el canal de cine por excelencia de la TDT, Paramount, la emite en horario de máxima audiencia a las 22 horas.
Aunque la historia de Viaje al centro de la tierra es bien conocida, la premisa de la película la adapta a su manera y parte una situación inesperada que se le plantea al vulcanólogo Trevor Anderson (Fraser), a menudo poco sociable, cuando se encuentra con la responsabilidad de cuidar de su sobrino Sean (Hutcherson), de 13 años, durante unos días. Nada sería más fácil que eso, si no fuera por algunas notas secretas del hermano de Trevor (Jean Michel Paré) que sugieren que las obras de Julio Verne se basan en hechos reales, lo que les acabará llevando a ambos hasta Islandia, donde se supone que vive el profesor Lidenbrock, el héroe de la novela.
Lidenbrock murió hace mucho tiempo, pero los protagonistas conocen allí a su hija Hannah (Anita Briem), quien, como guía de montaña experimentada, les conduce hasta un cono volcánico coincidiendo con una tormenta electromagnética que les aísla del mundo exterior. Lo único que queda es escapar a través de pasillos en desuso, cada vez más hacia el interior de la tierra, donde pronto se encuentran con un mundo fantástico cuya existencia no tenían idea.
El resultado de la película no fue especialmente bueno. A nivel visual no era nada excepcional y la trama resultaba demasiado irreal aún si tenemos en cuenta que se trata de una historia de fantasía, pero lo cierto es que, a nivel de entretenimiento, se trata de un filme divertido, perfectamente aceptable para pasar un buen rato si nos olvidamos del disparate o, sencillamente, lo abrazamos para que forme parte de la experiencia. Nada que no hayamos hecho antes con cualquier otra película.
De hecho, pese a las malas críticas, Viaje al centro de la tierra fue un éxito: Realizada con un presupuesto de 60 millones de dólares, la película recaudó más de cuatro veces más en la taquilla mundial, así que rápidamente se produjo una secuela en la que Josh Hutcherson volvió a participar pero no Brendan Fraser, que fue reemplazado por la superestrella Dwayne Johnson.