El actor ganó su primer y único Oscar con este papel
Hace 45 años que falleció, pero John Wayne sigue ostentando un récord Guinness que, hasta la fecha, ningún otro actor, por joven que comenzase en el mundo de la interpretación, ha conseguido arrebatarle: desde 1976, año en que estrenó su última película, el actor ostenta el récord de haber interpretado un mayor número de papeles protagonistas. Un total de 153 personajes principales a lo largo de su prolongada carrera.
Sin embargo, como todos los actores, para la veterana estrella del western no todos los personajes fueron iguales y hubo algunos de los que se sentía especialmente orgulloso.
Uno de ellos el que encarnó en 1969 bajo las órdenes de Henry Hathaway: Valor de ley, por el que recibió el primer y único Oscar de toda su trayectoria.
En una entrevista que John Wayne concedió al famoso crítico de cine Roger Ebert durante el rodaje de la propia película, el actor aseguró que le encantaba el guion en general y su personaje en particular, al que describía como un buen papel porque le había permitido trabajar muchos más matices que otros de los que había hecho.
"Denle a Hathaway una buena historia, y eso es lo que es Valor de ley, y él es genial. No es tan bueno con sus propias historias; me di cuenta de eso. No puede ser del todo objetivo al respecto. Pero me encanta esta historia", aseguraba sobre el proyecto.
La película tiene que ser muy buena", dijo Wayne. "Y para variar, tengo un buen papel. Diría que este es mi primer buen papel en 20 años
En la película, John Wayne interpretaba al malhumorado Rooster Cogburn, un hombre contratado por una adolescente llamada Mattie Ross (Kim Darby) cuyo padre fue asesinado por un bandido llamado Tom Chaney (Jeff Corey) y que quiere que la ayude a que se haga justicia. Las autoridades tienen mejores cosas que hacer que perseguir al forajido y su pandilla, por lo que la joven invierte sus únicos 100 dólares en contratar a Rooster, quien accede a regañadientes.
El famoso wéstern no solo es la mejor película de John Wayne, sino uno de los grandes títulos del género, que fue objeto de un remake por parte de los hermanos Coen en 2010.