Está en Netflix y todos los niños de la década de los 2000 crecieron con ella: es una de las mejores películas de Tim Burton
Georgina Izuzquiza
El cine de los '90 y 2000 ha marcado su vida. Aunque viva con pasión Disney, Harry Potter o El Señor de los Anillos, nunca dirá que no a 'Tienes un e-mail' o 'El gran Lebowski'

Una mágica y dulce adaptación de una famosa novela de Roald Dahl

Si has crecido en los 90 y los 2000, es muy probable que recuerdes con exactitud la historia de Charlie Bucket. Este pequeño soñaba con dulces y chocolates, pero la inestabilidad económica de sus padres y sus cuatro abuelos no permitía que comiese tantos caramelos como le gustaría. Desde la ventana de su casa podía contemplar cada día la fábrica de chocolate de Willy Wonka, imaginando los secretos que se esconden tras sus puertas, cerradas al público desde hace años.

La vida de nuestro protagonista da un giro inesperado cuando Wonka anuncia un concurso que lo cambiará todo. Cinco billetes dorados escondidos en sus famosas barras de chocolate darán acceso a un recorrido exclusivo por su fábrica, un lugar lleno de magia, dulzura y misterios. Para Charlie, la posibilidad de encontrar uno de esos billetes es más que un sueño, es la esperanza de algo mejor.

Aunque a día de hoy asociemos el nombre de Tim Burton a Charlie y la fábrica de chocolate, Roal Dahl fue el escritor que imaginó y desarrolló esta historia. En 2005, el director decidió adaptarla tras haber conquistado al público con títulos como Eduardo Manostijeras o Big Fish, entre otras.

El cineasta contó con un presupuesto aproximado de 150 millones de dólares para llevar esta adaptación a cabo. Una gran suma de dinero bien invertida que terminó convirtiéndose en un clásico querido por todos los fans de Burton. Por si no fuera poco, la cinta recaudó 474 millones de dólares en taquilla y, en la actualidad, cuenta con 83% de puntuación en Rotten Tomatoes.

Johnny Depp en uno de sus mejores papeles

Cuando piensas en Charlie y la fábrica de chocolate, el nombre de Johnny Depp probablemente también sea una de las primeras cosas que aparecen en tu cabeza. El actor ya había trabajado con Burton con anterioridad y sus gestos extravagantes y su estilo inusual lo convirtieron en el protagonista perfecto para este mágico universo. Cabe destacar la música de Danny Elfman, otro colaborador habitual del director, supo interpretar el misterio de la fábrica de manera inolvidable.

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La película fue nominada a Mejor Vestuario en la 78 edición de los Oscar, pero el galardón finalmente fue a parar al equipo de Memorias de una geisha. Si buscas una película para disfrutar y dejarte llevar por un viaje lleno de fantasía, esta obra de Burton siempre es la elección perfecta en el catálogo de Netflix.

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