La lista de requisitos para el actor perfecto para el filme era la siguiente: carismático, desconocido y que tuviese su espíritu. "Era como buscar debajo de las piedras", afirma el director Alexis Morante. Hasta que apareció Óscar Lasarte
El primer chiste del mundo que Óscar Lasarte entendió fue uno de Miguel Gila. "¿Cuántos van a ser? Ala, qué bestia. Yo no sé si vamos a tener balas para tantos. Bueno, nosotros la disparamos y ustedes ya se la reparten", repite de memoria imitando la voz del cómico. La ocurriencia provocó algo en él. "Al entender la situación de la que está hablando esta persona de esta manera, fue como: '¡Este hombre es un genio. Es un genio!". Lasarte descubrió a Gila de pequeño y ahora es él en ¿Es el enemigo? La película de Gila.
Si estuviésemos hablando de una película de superhéroes, ¿Es el enemigo? sería algo así como la historia de orígenes del personaje de turno de los cómics. Porque este peculiar 'biopic' dirigido por Alexis Morante que se estrena el 13 de diciembre en cines tras su presentación en el Festival de Cine de San Sebastián cuenta la parte más desconocida de la vida del cómico más famoso de España.
Cuando Gila se subía a los escenarios para hacer chistes sobre la guerra, el cómico conocía muy bien la crudeza y la brutalidad del escenario en el que ambientaba sus risas. Como relata en sus memorias El libro rojo de Gila, se alistó en la guerra civil española y la vivió desde dentro a partir de los 17 años. Cuando Morante descubrió esta parte de su vida, pensó que la mejor forma de contar la historia de Gila en el cine, algo que no se había hecho antes, era a través del conflicto bélico que vivió tan joven. "Vamos a contar una ficción de Gila antes de ser Gila", resume Morante que es su filme. El director describe ¿Es el enemigo? como un 'coming-of-age' con el que contar parte de la historia de España a través de los ojos de Gila. "Eso me pareció lo más interesante", recalca. Volviendo a la comparación con los superhéroes: La guerra civil fue algo así como la araña radioactiva que picó a Spider-Man.
'¿Es el enemigo? La película de Gila': La guerra no es graciosa, pero no reírse es una faena | San Sebastián día 6Así que, si crees que todo van a ser todo risas con ¿Es el enemigo?, ve quitándote esa idea de la cabeza. "Me gusta jugar esos dos sentimientos básicos de las personas que son el reír y el llorar", afirma Morante. Para que se entienda mejor, el director compara su proyecto con La vida es bella (1998). "Es ese tipo de tragicomedia", señala.
Como añade:
Estamos hablando de películas que no ocultan la tragedia de lo que se está viviendo, pero que hay un personaje muy positivo que te lleva por ese lugar. Es el personaje el que, con su positividad y siendo entrañable, te va llevando hacia la emoción y eso es lo que creo que hacen Gila y Óscar Lasarte
"Lo que espera ver la gente es un 'biopic' al uso, ¿no?", reflexiona Lasarte. "Yo creo que eso juega a nuestro favor". El actor da un consejo para enfrentarse al filme: "que la gente no tenga expectativas sobre la película, que se deje llevar". Si haces caso al actor, no volverás a ver los chistes de Gila igual. "El monólogo del enemigo cobra otro sentido totalmente distinto", afirma. "Ya no te parece un tipo que ha escrito un guion de un tema que le apetecía a él y ha tirado de eso, sino que era una persona que hablaba desde su experiencia, desde sus vivencias y de cosas muy complicadas".
Encontrar al hombre detrás del cómico
La lista de requisitos de Morante para encontrar al actor perfecto para ser Gila era la siguiente: tenía que ser alguien muy carismático, que fuera un desconocido y que tuviese el espíritu del cómico. "Era como buscar debajo de las piedras", recuerda el director. El proceso se las trajo, pero es que sin la persona adecuada ¿Es el enemigo? no era posible. "No tenía duda de que si no encontrábamos al Gila adecuado, esta película, esta que quería hacer, no salía", afirma Morante.
Entre todos los vídeos de los candidatos que vio el director con la esperanza de encontrar a alguien que encajara, un día ocurrió la magia. El rostro de Lasarte apareció delante de él.
Como recuerda el director:
Me llamó la atención su forma de afrontar la escena que le tocó hacer porque, de verdad tenía esa cara que me parecía que la habían sacado del pasado y una forma de interpretar que le daba una humanidad al personaje enorme
Pero no todo estaba hecho. Había que poner a prueba a Lasarte y ver, como afirma Morante, "si era capaz de llevar una película de esta envergadura a sus espaldas". Por entonces, el actor, que también es cómico y mago, había hecho obras de teatro, comedia en vivo, espectáculos de magia, la serie Kármate y algunas apariciones en La que se avecina. "Lo abarqué desde el: 'Voy a divertirme haciendo esto porque me apetece mucho", recuerda Lasarte sobre el 'casting' del filme. "Con esa actitud fui avanzando pruebas y pruebas y pruebas hasta que llegó la fase final y me dijeron que era yo".
Lo más difícil de encarnar al protagonista fue encontrar "el punto exacto" de lo que él y Morante querían. Actor y director trabajaron con dos referencias del cómico que crearon lo que Lasarte bautizó como El Gilómetro. En un extremo estaba el Gila de los espectáculos de comedia. En el otro, una entrevista en blanco y negro con un Gila más calmado. "Uno es la persona real que conocemos en entrevistas y otro es el personaje que interpreta", dice Morante. "Había que buscar el equilibrio, que esa persona joven te llevara a la mezcla de las dos cosas. Óscar lo consiguió de una forma espectacular".
Otra complicación para Lasarte fue que encontrar la fisicidad de Gila. "Era muy complicado naturalizar algo que que está tan en el imaginario de todo el mundo", indica. Los monólogos no servían, así que buscó referencias en sus películas, como El hombre que viajaba despacito (1957). Más dificultades: la prótesis dental que utilizó para caracterizarse. "Llevo una cascarilla en los dientes de arriba", revela. "Me costaba un poco hablar, pero me dio una dicción para otras cosas que estaba muy guay".. Las escenas de guerra también tuvieron su aquel: "Fue tremendo. Corriendo, el fusil que pesa una barbaridad…". ¿Lo más fácil? Encontrar la voz de Gila. Lasarte jugaba con ventaja porque lo lleva imitando desde los 14 años. "Es verdad que me salía peor, pero lo he ido trabajando y, al final, hemos conseguido ese punto de exactitud", afirma.
El humor, un arma para los momento difíciles
¿Es el enemigo? trata sobre el paso de Gila por la guerra civil, pero también profundiza en las relaciones del protagonista: las de toda la vida, como la de su abuela y su mejor amigo, y las nuevas, como las que crea con los compañeros de conflicto. Lasarte está arropado por actores como Natalia de Molina, Carlos Cuevas, Salva Reina, Pedro Casablanc y Adelfa Calvo. Ellos experimentan el peculiar aura de Gila que, con su positividad y peculiar forma de ver el mundo, ayuda a sobrellevar la barbarie.
"Esta película es perfecta para humanizar a Gila porque es que le estamos poniendo cara y cuerpo muy humano", dice Morante.
Como explica:
Estamos viendo al Gila humano, estamos viendo a Gila sufrir y a Gila divertirse y a Gila intentando que toda la gente de su alrededor sobrelleve mejor la tragedia, y estamos viendo a un Gila destrozado después, un Gila en el infierno y que renace de sus cenizas
¿Es el enemigo? es un homenaje a la empatía, a la bondad y a la importancia del humor y la risa como bálsamo en los momentos difíciles. "El español tiene mucho humor", dice Lasarte. "Los españoles somos así y creo que tenemos que recurrir más a esa esencia de reírnos de todo. De todo no es de todos, que eso también es importante. Y sacar el humor de las situaciones trágicas. Yo creo que lo hemos conseguido muchas veces. Falta ver que, cada vez que pasa algo, una tragedia o un político dice algo, hay 8.000 memes en Internet y eso es 'Made in Spain'. Hay que tomarse la vida con humor porque es un bálsamo para el alma".