Un error lo comete cualquiera, ¿o no?
Michael Douglas, actor con una de las carreras más envidiables de Hollywood, no debe de tener muchos arrepentimientos. Al menos no a lo que se refiere su vida profesional. Para empezar, tiene dos Oscars- Uno a Mejor actor por Wall Street y otro por su trabajo como productor en Alguien voló sobre el nido del cuco. También hay tres Globos de Oro, un Emmy y el Premio Cecil B. DeMille por la obra de su vida, que incluye toda una serie de clásicos, películas de culto y éxitos de taquilla.
El propio Douglas también dice abiertamente que está en paz consigo mismo y con sus decisiones profesionales, pero nada puede ser 100% perfecto. Al igual que compañeros suyos como Richard Gere -que dijo que no a Wall Street-, Douglas también ha cometido algún error del estilo y hay uno en concreto que le da vergüenza confesar.
No a Disney y una de sus sagas multimillonarias
Durante una aparición en el Late Late Show de James Corden, el intérpre admitió que, mirándolo bien, tal vez debería haber aceptado una superproducción de Disney que llegó a recaudar 1.282 millones de dólares en la taquilla internacional, lo que la convirtió en la más exitosa de 2013 y, actualmente, en una de las sagas más rentables del estudio.
Sorprendentemente, hablamos de Frozen.
No me arrepiento de nada de lo que rechacé, excepto de que una vez me pidieron que hiciera un papel de narrador en una película animada que me habría hecho ganar más dinero que cualquier otra película que he hecho
Cuando Corden le preguntó desesperadamente a qué película se refería, primero respondió: "No creo que pueda decir eso", para luego mencionar el título de la película en un susurro: "Frozen".
Douglas no dio más detalles sobre qué personaje era y, por supuesto, todos los fans elaboraron su propia teoría. Hay quien señala el papel de Olaf, pero, sinceramente, nos cuesta un poco ver al protagonista de Atracción fatal (1987) dando voz al entrañable muñeco de nieve. Quizás le ofrecieron ser el Duque de Weselton, al que terminó poniendo su voz Alan Tudyk.
A los 1282 millones de dólares de su primera parte hay que añadir los 1450 de la segunda -en caso de que su personaje hubiera continuado en ésta también- y todos los productos sucesivos. En cualquier caso, dudamos de que el actor tenga problemas económicos y disfruta de una buena reputación en el mundo del cine. Además, no negó la oportunidad de ser Hank Pym en Marvel. Ahora lo que le queda es una anécdota que contar.