El director de 'La bruja' y 'El faro' nos presenta la que es, sin duda, una de las mejores películas del año que está a punto de terminar
Veinticinco años después de que Bram Stoker diera a luz una de las novelas seminales del género de terror y creara a su personaje más icónico, Drácula, el alemán F.W. Murnau estrenaba en 1922 una de las películas más importantes jamás concebidas, Nosferatu. La imagen esquelética y fantasmagórica de uno de los vampiros más terroríficos, inmortalizado por el misterioso actor Max Schreck, ya es historia del cine y alimento para nuestras pesadillas.
Ahora, más de un siglo después, uno de los directores de terror fundamentales de la actualidad, Robert Eggers, ha decidido emprender la osada aventura de realizar una nueva versión de Nosferatu, directamente inspirada por la obra de Bram Stoker. Si tenemos en cuenta que las películas anteriores de Eggers han sido La bruja, El faro y El hombre del norte, solo podemos esperar algo brutal, rompedor y, definitivamente, singular y terrorífico.
La representación del vampiro folclórico
Para Eggers, su nueva película es su obra más personal, "una historia que no creé, pero con la que he vivido y soñado desde mi infancia". Un título, además, con el que ha querido mantener la esencia repulsiva, casi hedionda, del personaje mítico, sin romantizarlo ni dulcificarlo. "El vampiro folclórico no es un elegante seductor vestido de esmoquin, ni tampoco es un atractivo y tenebroso héroe. El vampiro folclórico encarna la enfermedad, la muerte y el sexo brutal, despiadado. Y este era el vampiro que deseaba exhumar para un público actual".
Nosferatu es un cuento gótico que narra la obsesión desmedida entre una joven y un aterrador vampiro enamorado de ella. Una obsesión que deja un rastro de muerte y desolación a su paso.
El agente inmobiliario Thomas Hutter (Nicholas Hoult) acude a Transilvania para encontrarse con el conde Orlok (Bill Skarsgård), un cliente que, a su vez, podría ser un vampiro. Durante su viaje, su prometida Ellen (Lily-Rose Depp) se queda con un matrimonio amigo, Friedrich y Anna Harding (Aaron Taylor-Johnson y Emma Corrin). Acosada por continuas visiones y por un miedo irracional, Ellen debe enfrentarse con una fuerza desconocida para ella.
Aunque tanto en EE.UU. como en España la película se estrenará exclusivamente en cines el próximo día de Navidad, 25 de diciembre, la crítica ya ha dado su veredicto y podemos decir, sin miedo a equivocarnos, que estamos ante una de las mejores películas del año, y no solo de terror.
La crítica se inclina ante el conde Orlok
Desde Hobby Consolas aseguran que el director "compone un relato fascinante. Tiene la capacidad de hipnotizarte como el propio Orlok y cuanto más oníricas son las secuencias que compone, más te subyuga […] Una atmósfera tan inquietante como absorbente". Desde THR, a su vez, aseguran que está "impregnada de una atmósfera densa y de poesía macabra".
En The Independent no se cortan y la catalogan como "una de las películas de terror más profundamente aterradoras de los últimos años", otorgándole una puntuación de cinco estrellas. Y, por último, nos quedamos con la crítica de The Daily Beast: "Un clásico de terror instantáneo, un riguroso cuento de hadas y una maravilla demente y maliciosa […] Una obra maestra del terror impío".
Una nueva obra maestra del terror que se estrenará exclusivamente en cines, te recordamos, el próximo 25 de diciembre. El mejor regalo de estas Navidades para todos los amantes del séptimo arte.