Nacida de la mente de Shonda Rhimes, la ficción acaba de estrenar su segunda temporada.
Si no la conoces aún, estás invitado a conocer a Los Bridgerton, una familia de la alta sociedad londinense del siglo XIX que se convierte en el punto de mira de una misteriosa mujer dispuesta a airear los trapos sucios de los círculos más elitistas de la ciudad. Nadie quiere aparecer en sus pasquines, pero todos corren a leer las últimas noticias de las vidas de sus vecinos. En la primera temporada, el foco de atención estaba puesto en Daphne, la hija mayor de los Bridgerton que era presentada en sociedad para encontrar marido. En la temporada 2 de Los Bridgerton -recién estrenada en Netflix- el protagonismo pasa a su hermano Anthony (Jonathan Bailey), a quien le llega el turno de buscar esposa.
Definida como la Gossip Girl victoriana, a ningún fan de las cenas de protocolo y la hora del té se le puede escapar la nueva ficción de Netflix y Shondaland, ¿se te ocurre alguna combinación mejor para el 'binge watching'? A nosotros no, salvo por estas películas y series que te recomendamos si lo que buscas es sentirte como un personaje de las novelas de Jane Austen, tacita de té y pastas en mano. Apunta estos títulos si has devorado la segunda temporada de la serie de Shonda Rhimes sin descanso y todavía tienes sed de más líos burgueses. Y si ya tienes bastante intriga palaciega por hoy, siempre puedes ver otra serie original de Netflix.
Downton Abbey
Lourdes de Paredes Rincón
Nos trasladamos a la conocida como época eduardiana (a partir de 1990). Nos encontramos en el condado de Yorkshire, donde desempolvamos nuestras mejores galas para acompañar a la familia Crawley, de la alta sociedad inglesa. Ensayamos delante del espejo cómo coger adecuadamente nuestra encantadora tacita de porcelana que llenaremos de un delicioso té caliente cuando comencemos el visionado de Downton Abbey. Sobre cómo tomar el té, ya sabes, dedito meñique hacia arriba y boca de piñón.
¿Y tanta parafernalia para qué? Pues para ver una de las mejores series de época con sello 'british' de todos los tiempos. Downton Abbey marcó un antes y un después desde que aterrizó en nuestras vidas abriendo camino a otras series como The Crown. Ficciones que te transportan a otra realidad donde el buen gusto, los modales, y un vestuario de ensueño forman parte del día a día.
Downton Abbey es una serie excepcional gracias a un cásting inmejorable, una trama sin fisuras y unos personajes desarrollados de forma armónica dando como resultado una agradable melodía no exenta de drama y algún que otro chisporroteo cómico. La serie se centra en la familia Crawley y su servicio. La grandeza de la misma reside en su naturaleza coral, donde todos los personajes tienen peso y un desarrollo coherentemente medido. Las tramas van desde problemas banales de la aristocracia hasta dramas penales y conflictos éticos.
Sí, Downton Abbey podría llevar el sello de Jane Austen, porque viendo la serie estamos disfrutando de una novela inglesa sobre los conflictos de la alta burguesía y su entorno. Y por supuesto, con historias de amor y desamor.
Orgullo y prejuicio
Aída S. Anyolini
Como toda obra célebre, Orgullo y prejuicio de Jane Austen tiene múltiples versiones: una miniserie de la BBC; una adaptación libre y modernizada con El diario de Bridget Jones; Bodas y prejuicios, otra adaptación india que sigue la historia original pero con las costumbres impuestas por esa sociedad; ¡e incluso una versión zombie! Pero sin duda, la más destacable y a la que siempre recurriría para rememorar esta historia tan romántica, sigue siendo la cinta dirigida por Joe Wright, Orgullo y prejuicio de 2005.
Este filme, que es el primer largometraje dirigido por Wright, consigue retrotraernos a la perfección a la campiña inglesa del siglo XVIII que narra la mismísima Austen en su novela. En este marco conocemos a la señora Bennet (Brenda Blethyn), una mujer que ha enseñado a sus cinco hijas que el único propósito que deben tener en esta vida es encontrar un marido. Sin embargo, una de ellas, Elizabeth (Keira Knightley), una joven inteligente y con carácter, anhela un futuro con más perspectivas, un deseo que también respalda su padre. Pero, cuando el señor Bingley (Simon Woods), un rico hombre soltero, y su círculo de amigos, se muda a la mansión vecina, la casa de las Bennett se revoluciona con la idea de poder encontrar a nuevos pretendientes. En el baile de bienvenida, Elizabeth conoce al elegante señor Darcy (Matthew Macfadyen) y, rápidamente, comenzará una relación de amor-odio entre ambos.
Además de tener una gran historia que contar, el filme está rodado con una exquisita genialidad. Cada escena, cada conversación y cada gesto consiguen reflejar a la perfección la tensión que hay entre el señor Darcy y la hija de los Bennet. Algo que, por supuesto, no se percebiría tan bien si no fuese por el gran trabajo interpretativo de sus protagonistas, destacando sobre todo el papel de Keira Knightley como la temperamental Elizabeth. De esta forma, su fotografía, su elenco y su ambientación consiguen sumergirnos en el romanticismo por excelencia.
The Crown
Tomás Andrés
La primera vez que me enfrenté a The Crown tenía serias dudas de si se iba a adaptar a mi gusto -a pesar de todas las críticas favorables que había escuchado- y temía que fuera una representación ‘live action’ de las páginas más aristocráticas de la revista Hola! Pero cual fue mi sorpresa cuando descubrí que la serie creada por Peter Morgan y Stephen Daldry era una más que digna representación de una época política convulsa y plagada de intrigas palaciegas en la Gran Bretaña de comienzo de siglo.
The Crown arranca con los últimos años del rey Jorge VI que ve cómo su vida se va apagando tras casar a su hija Isabel, debido a un acuciante cáncer de pulmón por su adicción al tabaco. Ahora, su inexperta hija tendrá que hacerse cargo del país cómo debió hacerlo él, tras la abdicación de su hermano. La joven tendrá que enfrentarse a una tremenda crisis acuciada por una guerra devastadora y a un implacable Primer Ministro encarnado en la figura de Winston Churchill, al que deberá ganarse con mucho trabajo y un gran sentido de la responsabilidad. Claire Foy interpreta a la reina la primera y segunda temporada, mientras que Olivia Colman en la tercera y cuarta, ya que la historia da un importante salto temporal.
Además de ser más que interesante, me parece una ficción que versa sobre el deber pese a las convicciones éticas que uno tengo encima. La historia de una de las figuras más importantes del siglo XX y XXI, que sigue ejerciendo sus labores pese a su avanzada edad y los tiempos convulsos a los que se ha tenido que enfrentar a lo largo de su vida.
La favorita
Custodio Guerrero
La Favorita podría ser perfectamente una obra perdida de Jane Austen. De esos libros que están prohibidos y que años después se convierten en clásicos por su adelantada historia en su época. Y es que la película de Yorgos Lanthimos es una locura palaciega ambientada a principios del siglo XVIII en una Inglaterra que se encuentra en guerra con Francia. La historia sigue la historia de la Reina Ana y su amiga íntima Lady Sarah Churchill, o más bien, amante. Ésta consigue gobernar el país mientras se ocupa de la mala salud de Ana y de su volátil temperamento. Sin embargo, sus vidas dan un vuelco cuando la criada Abigail Masham empieza a trabajar en el palacio. Cuando descubre la relación de ambas, ésta se inmiscuye en ella para poder también manipular a la Reina Ana.
Si aún no te ha llamado la atención, La Favorita consiguió 10 nominaciones a los Oscar, haciéndose finalmente con el de mejor actriz gracias al gran trabajo de Olivia Colman. Más tarde, protagonizaría The Crown, papel también que le ha dado varios premios.
Mujercitas
Andrea Zamora
Jane Austen y Charlotte Brontë son dos de las escritoras de “tacitas y sombreros” por antonomasia, pero no podemos olvidarnos de Louisa May Alcott en esta lista. En 2019, Greta Gerwig llevó al cine una nueva versión de Mujercitas en la que contó con Saoirse Ronan, Emma Watson, Florence Pugh y Eliza Scanlen para dar vida a las hermanas March. La película consiguió seis nominaciones a los premios Oscar en 2020 incluyendo la de Mejor actriz principal para Ronan y Mejor actriz de reparto para Pugh. Solo se llevó uno: el de Mejor diseño de vestuario. Y, bueno, si la estética de esta película no te hace viajar al pasado y sentirte uno más de los habitantes de esa época, es que eres un robot.
Mujercitas cuenta la historia de las hermanas March. Su protagonista es Jo, una joven que quiere ser escritora y que termina contando la historia de su familia, un clan de Massachusetts de mediados del siglo XIX. El relato de Alcott narra el reto de Jo, Amy, Beth y Meg de adentrarse en la edad adulta. Cada una con sus propios sueños, ambiciones y personalidades.
Si Los Bridgerton te saben a poco en lo que respecta a sentirte como un personaje de una novela de Austen, Mujercitas es una buena forma de saciarte. Sobre todo ahora que la Navidad se acerca y, siendo honestos, la cinta de Gerwig debería formar parte de todas las listas de películas navideñas que debes ver en vacaciones.
Poldark
Santiago Gimeno
A veces no me creo que terminara Poldark, la serie de Debbie Horsfield para BBC, basada en la obra del mismo nombre de Winston Graham y con Aidan Turner (El Hobbit, Cazadores de sombras: Ciudad de hueso) en el papel principal. Te encandilará si te han gustado producciones como Downton Abbey, Victoria o Los Tudor, por citar algunas, y también si eres seguidor de los dramas históricos en los que un romance, en este caso el formado por Ross Poldark (Turner) y Demelza (Eleanor Tomlinson, Amor. Boda. Azar.), se pone constantemente a prueba entre enemigos, realidades adversas y otros baches.
Con un total de 43 capítulos distribuidos a lo largo de cinco temporadas, la ficción de época -disponible al completo en Movistar+- emprende su viaje a finales del siglo XVIII. Ross Poldark vuelve a su hogar en el condado de Cornualles (Inglaterra) después de combatir en la guerra de Independencia de los EE.UU y descubre a su llegada que está rodeado de desgracias. Su padre ha muerto, las deudas se le acumulan y la que iba a ser su esposa, Elizabeth (Heida Reed, Stella Blómkvist), tiene un compromiso con su primo Francis (Kyle Soller, Anna Karenina). Pero, como si el destino le sonriera, en su camino se cruza Demelza Carne (Tomlinson), una joven un tanto bruta y analfabeta que acaba ganándose su corazón y con quien contrae matrimonio para sorpresa de muchos.
Matrimonios que no reciben la aprobación de la familia, diferencias de clase, malos malísimos como George Warleggan (Jack Farthing, Secretos de Estado) y Osborne Whitworth (Christian Brassington, Elizabeth: La edad de oro), amores como los de Dwight Enys (Luke Norris, La duquesa) y Caroline Penvenen (Gabriella Wilde, Más allá del amor) y Morwenna Chynoweth (Ellise Chappell, Yesterday) y Drake Carne (Harry Richardson, Dunkerque)... Sufrirás y llorarás, créeme, pero también sonreirás cuando veas cantar a Demelza y los ojos de Ross se iluminen y no se aparten de ella en ningún momento.
La joven Jane Austen
Sara Heredia
Las novelas de Jane Austen han creado su propio género cinematográfico lleno de horas del té, pastas y confesiones en susurros. Y, aunque suelen tener un ritmo más pausado que Los Bridgerton, todo lo que lleve el sello de la británica merece un visionado. Incluso si no está firmado por ella y se basa en su más que reseñable vida.
En 2007, Julian Jarrold -que ha dirigido varios episodios de The Crown- llevó a la gran pantalla los entresijos del lado más personal de la escritora gracias a las cartas que se enviaba con su hermana Cassandra. Así descubrimos cómo fue -supuestamente- su relación con Thomas Lefroy, su primer amor y una de las pocas parejas que se le conocen -puesto que Jane, no lo olvidemos, dedicó su vida a su carrera como escritora en un manifiesto feminista en toda regla.
Para la protagonista optaron por recurrir a una actriz estadounidense, lo que desató la furia de los británicos en el momento de su estreno, pero estamos hablando de Anne Hathaway y, acentos horribles aparte, su interpretación siempre sobresale. Además, a su lado se encuentra James McAvoy como Lefroy, a quien nadie le gana como escocés. Un largometraje ideal para sentirte parte de la burguesía georgiana por un momento.
Sentido y sensibilidad
Alicia P. Ferreirós
¿Qué mejor título para sentirse como Jane Austen que una de las obras más famosas de la autora británica? Y una de las primeras, de hecho, cuando todavía el usaba pseudónimo "A Lady" que, ahora que estamos hablando de Los Bridgerton, no he podido evitar que me venga a la cabeza "Lady Whistledown", la enigmática "escritora" que se dedica a airear los trapos sucios de la alta sociedad. Nada tienen que ver estas prácticas con Austen, por supuesto, pero me gusta pensar que la autora se lo habría pasado en grande con la nueva serie de Netflix.
La obra, publicada en 1811, ha sido adaptada tanto para la gran como para la pequeña pantalla en numerosas ocasiones pero, sin duda, la película dirigida por Ang Lee en 1995 es la más famosa de todas ellas. Protagonizada por Hugh Grant, Emma Thompson –que además firmaba el guion-, Kate Winslet y Alan Rickman, entre otros, la cinta, al igual que la obra de Austen, nos presentaba a las hermanas Elinor, Marianne y Margaret Dashwood, hijas del segundo matrimonio de su padre. A su muerte, este deja toda su herencia a su primogénito, John, y una última petición: que se encargue de su viuda y sus tres hijas. Sin embargo, este y su codiciosa esposa se quedan con la mansión y las cuatro mujeres se ven obligadas a trasladarse a otro lugar y vivir una vida humilde. Mientras, las hermanas empiezan a descubrir el amor.
La película, una de esas producciones de época que parece tenerse ganado su hueco en cualquier top sobre el género, fue muy aclamado en su día e incluso le valió a Thompson el segundo Oscar de su carrera, aunque esta vez como guionista. Y bien merecido, porque fue precisamente su empeño y su devoción por la obra de Jane Austen lo que puso en marcha la película, con la ayuda de la productora Lindsay Doran.