Javier Bardem ('El buen patrón'): "Hay muchos buenos patrones: en el fútbol, en empresas y con otros he trabajado en el cine"

Hablamos con el protagonista de esta sátira empresarial que critica la situación laboral actual. También con su director Fernando León de Aranoa y los actores Almudena Amor, Manolo Solo y Óscar de la Fuente.

La relación laboral entre Javier Bardem y Fernando León de Aranoa se remonta a 2001, cuando el actor protagonizó Los lunes al sol -cinco premios Goya, Concha de Oro en el Festival de San Sebastián y película seleccionada para representar a España en los Oscar. Tiempo más tarde, en 2018, volvieron a juntarse con Loving Pablo. Han pasado 20 años desde su primera colaboración y la historia se repite con El buen patrón, aunque con algunas diferencias. Ahora, Bardem pasa de ser un parado a convertirse en empresario y León de Aranoa se ha decantado por la comedia creando una sátira y crítica sobre el mundo laboral. El buen patrón, que estuvo nominada a 20 premios Goya y se llevó un total de seis, llega a Movistar+ el 27 de mayo. 

"Siempre es una primera vez con Fernando", responde Bardem a SensaCine en el Festival de Cine de San Sebastián -el filme compitió por la Concha de Oro- cuando le preguntamos si el tono de esta película ha hecho que su trabajo con el director sea como un nuevo comienzo. "Lo bueno es que tenemos una relación de amistad desde hace 20 años y nos conocemos. Él sabe cómo buscarme y yo sé cómo encontrarle".

Para el director, el cambio de género es lo más novedoso de su relación laboral junto a Bardem. "Por lo demás, había mucho en común con trabajos anteriores", recuerda. "Es verdad que en esta película el factor diferencial mayor era ese: ¿Cómo se maneja el humor en la película?".

Y eso supuso un reto para el director, quien tenía muy claro que no quería que el personaje de Bardem terminase siendo una caricatura. Como continúa:

Lo mejor que puedo hacer por un actor es darle un buen personaje. Luego, ayudar, no estorbar. Acompañarle en ese viaje, que es suyo, por supuesto. Trabajar el humor fue lo más nuevo en nuestra relación de trabajo. Medirlo. Sobre todo, no perder nunca la verdad del personaje. Jamás convertirlo en una caricatura. Eso es algo que no me gusta. Ni hacer un personaje esquemático y previsible. Era importante que fuera reconocible, de gente que conocemos y de nosotros mismos

Y así, con la combinación Bardem-León de Aranoa, se creó a Julio Blanco. Él es el protagonista de El buen patrón, el empresario de Básculas Blanco. El filme transcurre a lo largo de una semana, la misma en la que Julio está esperando que llegue una comisión que podría otorgarle el premio local a la Excelencia Empresarial. Los problemas no dejan de aparecer y el protagonista hará todo lo que se ocurra para solucionarlos. Sin que le tiemble la mano.

¿Se han inspirado director y protagonista en alguien en concreto a la hora de escribir e interpretar a Julio Blanco? "No. No directamente. Y si lo está no es en nadie conocido", responde León de Aranoa. "Al principio sí me pasan cerca un par de historias donde alguien hace exactamente lo que cuenta la película, en menor medida".

En el caso de Bardem, a la hora de construir al paternalista Julio Blanco, tampoco tuvo a nadie en concreto en mente, pero cada persona puede ver elementos reconocibles en su propio entorno: "Hay muchos buenos patrones. Algunos están en el fútbol, otros están en las empresas, otro tiene una mercería, que le conozco yo… Otro está en un bar y trabaja de camarero. Para algunos son gente con la que he trabajado en el cine. No hay uno, hay varios".

Como explica Bardem sobre lo que conecta a su personaje con cualquier persona:

Todos tenemos una cuota de poder y hay que estar atentos al abuso que cometemos. Igual que la xenofobia y el machismo. Todos sabemos la ética. Todos nos sabemos al dedillo lo que hay que hacer y lo que no. Pero, a veces, no nos damos cuenta y lo estamos alimentando. Y eso es la parte de uno que tiene que exponer

LOS CUATRO PRINCIPALES PROBLEMAS DE BLANCO

A lo largo de la semana, Blanco tendrá que resolver cuatro problemas: El de su amigo Miralles, quien está pasando por una crisis matrimonial y eso está provocando fallos en la producción de la fábrica. El de un trabajador cuyo hijo adolescente anda metido siempre en líos. El de José, un empleado despedido que ha decidido acampar en la puerta de la empresa. Por último, el de Liliana, una becaria que pone en peligro su vida personal.

"Que se queden con buen humor", responde Óscar de la Fuente, el encargado de dar vida José, cuando le preguntamos con qué espera que se quede la gente tras ver la película. "Es una película que puedes ir a verla para disfrutar de ella y no sacar nada en claro, y puedes ir a verla y ver el trasfondo que lleva. Tiene muchas capas. Tiene de todo. Es un ‘blockbuster’ y, a la vez, una película social y, a la vez, una película política".

Para Manolo Solo, Miralles en el filme, la clave está en que la gente encuentre aquello que identifica en su entorno. "Lo potente sería que vieran en qué le resuena. Qué cosas de la película te resuenan de tu vida. Viendo esas situaciones, qué cosas te mueven, te tocan. Sea porque te identificas o todo lo contrario, porque conoces situaciones parecidas o porque te ha removido cosas que no esperabas que lo hicieran".

Almudena Amor, Liliana en la gran pantalla, que hace aquí el segundo papel de su carrera, cree que El buen patrón ayuda a entender las ambigüedades de las personas. "Muchas veces estereotipamos y, al final, puedes ver que las personas están todo el rato en una continua lucha", explica. "Hay siempre dos caras. No hay ni un bueno ni un malo. Creo que eso ayuda mucho a la reflexión y a entender mejor a las personas".

‘EL BUEN PATRÓN’: LA OTRA CARA DE LA MONEDA DE 'LOS LUNES AL SOL'

Si Julio Blanco tuviese una némesis en la gran pantalla, esa sería Santa, el personaje de Bardem en Los lunes al sol. "Lo hablábamos mucho", reconoce el actor sobre la idea de ver a ambos personajes interactuando. "De hecho, Fernando quería hacer una cosa que me hizo mucha gracia que era un montaje de tres minutos de 'flashes' de uno y de otro. Como si estuviesen hablando. Le dije: 'Por favor, haz eso porque me encantaría verlo".

"Sería muy interesante poner a hablar a Santa y a Blanco ahora. Los dos son personajes carismáticos, son fuertes, tienen discurso, creen firmemente en lo que dicen; aunque lo que digan los dos, muchas veces, no tenga mucho sentido", añade León de Aranoa.

El resultado de un encuentro así, para Bardem, terminaría en un empate. "Lo malo de todo esto es que Santa era muy radical. Tenía muchísima razón y tenía un peso importante. Pero es que este [Julio] es muy listo y sabe escabullirse. Entonces… No sé cómo acabaría, pero creo que acabaría en tablas. Porque tiene un carisma este señor… Esa es la parte reconocible y muy española de: 'Joder, es que el tío es tan simpático'. Y desde ahí se le perdona y se le justifican unas barbaridades tremendas a muchos".

El resto del reparto principal cree que habría que evitar una pelea. "Yo creo que habría que separarlos", señala Solo. "Y quita las botellas de delante". "Hablamos del egoísmo, ¿no? ¿Qué es el egoísmo? Es que cada uno tiene su razón", responde De la Fuente. "Sí. Son personajes con ideas claras. Entonces, claro, ahí habría un choque", añade Amor. 

Para terminar, Bardem también ve que el mundo ya no es como cuando Los lunes al sol aterrizó en las salas de cine y las redes sociales tienen mucho que ver en eso. "La diferencia entre Los lunes al sol y El buen patrón es que en esta hay más individualidad. No hay tanta idea de grupo, de cohesión. Y creo que eso es lo que ha cambiado en estos 20 años. Ahora hay unas redes sociales, una exposición mediática importante para gente anónima, donde saben localizarte y atacarte y exponerte de una manera mucho más brutal. Y eso hace que la gente se retraiga". 

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