Está pasando desapercibida, pero esta miniserie en Max recrea una impactante historia real en sólo 3 episodios

Real en todos los aspectos

Tocar la monarquía parece terreno vetado en países como el nuestro, donde incluso los escándalos terribles toca llevarlos al terreno de la prensa rosa para poder dejarlo como algo más frívolo. Resulta raro que en un país tan férreo en su tradición real como Inglaterra se haga una mirada crítica bastante contundente, pero llegó a suceder en un episodio muy sonado.

Un suceso tan llamativo y hasta perturbador que ha dado para algunas películas y series, como es el caso de Un escándalo muy real. La miniserie británica es la última en una serie antológica de grandes descalabros políticos y de alta sociedad, con Ruth Wilson y Michael Sheen brillando en los tres episodios que se pueden ver a través de Max.

En 2008, Jeffrey Epstein se declaró culpable de cargos penales estatales en Florida a cambio de inmunidad federal. Más tarde, en diciembre de 2010, se hace una foto con el príncipe Andrés en el Central Park de Nueva York, al reunirse cuando el miembro de la realeza buscaba consejo financiero. Pero todo parece indicar que hubo una relación más amplia de lo que indica esa instantánea.

Años después, con Epstein en prisión y posteriormente muerte en 2019, van saliendo muchas de sus conexiones con importantes gobernantes, incluyendo al príncipe, y se cuestiona cómo de involucrados estaban en la larga serie de delitos sexuales en los que estuvo involucrado el magnate. Para salir del escándalo, Andrés decide dar una entrevista al programa Newsnight de la BBC, aunque la periodista Emily Maitlis no le pondrá tan fácil escapar del atolladero.

La serie es producida por los mismos responsables de Un escándalo muy inglés, centrado en los escarceos sexuales que llevaron a la caída de un importante político, y Un escándalo muy británico, centrado en el divorcio de los duques de Argyll que también tuvo un importante descalabro de carácter sexual. La introducción de los casos de pedofilia de Epstein, que mancharon al duque de York, confirman el hilo conductor de estas miniseries.

'Un escándalo muy real': una debacle pública

Aunque no alcanza las cotas sensaciones y excelentes del primer escándalo, estos tres capítulos son una trepidante y potente mirada a la debacle pública del miembro de la familia real. Cómo maneja mal la perspectiva que se va a tener del caso, y cómo los periodistas van descubriendo ramificaciones y maneras de que el duque no se eche atrás con la entrevista.

No se aleja tampoco del impacto que tiene en alguien como la periodista de Ruth Wilson el hecho de entrevistar y poner en el candelero a un miembro de la monarquía británica, tan querida en Inglaterra. Presiones constantes y críticas que muestran la complejidad a la hora de señalar los actos perniciosos del poder, y que dan para un entretenimiento sólido.

Puedes ver Un escándalo muy real en Max.

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