Una de las miniseries más intensas del año está en Disney+ y tiene sólo 6 episodios

Una incómoda mirada al abismo

No todo el mundo es capaz de tirarse al vacío para hablar abiertamente de las tragedias personales a través de la ficción. Se puede tocar, pero entrar verdaderamente en la compleja vorágine de lo vivido requiere unos arrestos que no siempre van a ser bien recibidos. Aunque el caso de Mi reno de peluche ha mostrado que se puede tener éxito desde ahí, una serie española parece seguirle la estela.

Porque aunque trata un tema bastante distinto, Yo, adicto es una ficción bastante intensa y directa sobre uno de los momentos más bajos vividos por su protagonista, y atreviéndose a resultar antipático en el proceso. Javier Giner crea esta miniserie de 6 episodios a partir de su propia novela donde narra su propia experiencia en la adicción.

Con 30 años Javier Giner decide entrar de forma voluntaria en un centro de desintoxicación. Nuestro protagonista elige este camino cuando empieza a ser consciente de que está sumido en una espiral autodestructiva de adicción a las drogas, al alcohol y al sexo, que provoca efectos colaterales, no sólo en su persona, sino en los que le rodean.

Gracias a su entrada en el centro de desintoxicación su vida da un giro radical y se convierte en una persona nueva. Los profesionales de esta clínica, situada a las afueras de Barcelona, contribuyen a su autoconocimiento, a su descubrimiento personal, y consigue pasar de la culpa a la reconciliación. Un camino complejo hacia la redención.

Giner se encarga de crear la serie junto a un productor veterano como Aitor Gabilondo, creador de la aclamada Patria, y también co-escribe todos los episodios y dirige la mitad de los mismos. Una decisión que, según ha explicado aquí en Sensacine, justifica afirmando que “lo que está contando la serie es mi intimidad más profunda”, y debía ser contada en sus propios términos.

'Yo, adicto': heridas profundas

Son unos términos, desde luego, atrevidos. El primer capítulo ya te mete en una espiral trepidante y nerviosa que pone a prueba al espectador. Otros capítulos logran tomar una pausa en el ritmo, pero entran en heridas muy profundas que, sin duda, se sienten profundamente personales y un poco incómodas.

Pero hablar de un tema así no es algo cómodo, al menos si se quiere hacer de manera genuina. La miniserie la logra con esa voluntad de saltar al vacío y también con un Oriol Pla volcado completamente para interpretar al Javier Giner ficticio. No cabe duda de que es una de las series más particulares que se han estrenado recientemente, y de las más intensas.

Puedes ver Yo, adicto en Disney+.

Si quieres recibir nuestras propuestas y los estrenos en tu mail suscríbete a nuestra Newsletter