El actor de 'Breaking Bad' se dejó llevar y protagonizó una secuencia perfecta junto a Aaron Paul
Breaking Bad fue un punto de inflexión en la carrera de Bryan Cranston. El actor, que venía de hacer la cómica Malcolm in the middle, sorprendió a todos con su dramática interpretación de este profesor con cáncer convertido en narcotraficante. Cranston llegó a comprender al personaje mejor que nadie. Parece mentira que, ya en temporadas avanzadas, pudiera actuar de manera tan convincente cuando apenas tenía información de la historia de Walter White.
En una entrevista con Rainn Wilson en su podcast Soul Boom, el actor ha reconocido que no recibía el libreto entero de los capítulos y que iba leyendo página por página dando vida a la poca información que tenía. A raíz de este proceso, una de las escenas más conocidas de la ficción surgió desde la más pura ignorancia.
"¡¿Cómo podría hacer eso que estás diciendo?!" "Ah, pues sí"
Hagamos un poco de memoria. En la tercera temporada, Jesse conoce a una chica llamada Andrea que tiene un hijo de 6 años. Establecen una estrecha relación y, gracias a la ayuda de Jesse, se mudan a una casa mejor. Con el tiempo, el pequeño Brock es hospitalizado. Jesse cree que ha sido envenenado con la ricina que él tenía en su paquete de cigarrillos, la cual tenía que utilizar con Gus Fring. Walter le hace creer que ha sido Gus, así tiene un motivo para estar en su contra. Finalmente se descubre que el niño no ha sido envenenado con ricina, sino con unas bayas venenosas. Jesse encuentra una planta con estas bayas en la casa de Walt, destapando así la mentira.
Es un paso más a los infiernos del protagonista de la serie y una ruptura total en su humanidad. La revelación pilló por sorpresa incluso al propio Cranston.
Estábamos haciendo la escena donde estoy con Aaron Paul y pongo el arma sobre mi cabeza y le digo: "Si piensas que podría hacer eso, tira del gatillo. ¡¿Cómo podría hacer eso que estás diciendo?!". Yo no sabía que sí lo había hecho. Yo solo iba página a página. Era lo que pensaba. Y luego leí el guion dos días después. Y mientras lo leía hacía: "Ups, sí, envenené al niño"
Cranston no tenía ni idea de qué había pasado con Brock hasta que, días después, leyó que había sido culpa de Walter. Uno de esos giros maravillosos a los que nos acostumbró Vince Gilligan y que hacen de esta serie la favorita de muchos.