Un mosquetero nunca se jubila
por Nestor HidalgoPequeña rareza en medio de la prolígica filmografía de Bertrand Tavernier que nació como un proyecto de Riccardo Freda pero fue finalmente asumido por el cineasta francés al poco tiempo de iniciarse el rodaje. Se trata de una lúdica revisitación en clave pulp de las novelas de Alejandro Dumas sobre los Tres Mosqueteros, acercándose a los espadachines en un momento en el que sus mayores tiempos de gloria ya han pasado y tiene que ser Eloise, la hija de D'Artagnan, quien acuda a ellos y los reúna para hacer frente a un nuevo peligro que pretende poner en jaque a la corona de Francia.
Pese a tratarse de la reunión de cuatro viejos amigos volviendo a las andadas, la película no adopta en ningún momento un tono crepuscular, sino decididamente festivo y desmitificador (en ese sentido puede recordar a una película muy distinta y posterior como 'Space Cowboys' (2000), de Clint Eastwood). La trama conspirativa trazada por el propio Freda y Eric Poindron esconde las suficientes dobleces y escenas emocionantes como para hacer de 'La hija de D'Artagnan' un eficiente ejemplo de cine de entretenimiento con buen gusto y cero gravedad, muy en el espíritu de los seriales de aventuras de principios de siglo, que además se beneficia de las imágenes naturalistas de Tavernier.
A favor: La sensual belleza de Sophie Marceau, que aprendió esgrima para realizar sus propios duelos a espada.
En contra: El desparpajo pulp se puede confundir con temeridad.