Pon un Rembrandt en tu vida
por Diana AlbizuPuede que John Badham no haya terminado convirtiéndose en el gran cineasta imprescindible que en algún momento se llegó a vaticinar, probablemente en plena melopea crítica tras los logros de 'Fiebre del sábado noche' (1977), 'Drácula' (1979) y 'Mi vida es mía' (1981). Pero eso no significa que no haya evolucionado como un artesano despierto y con cierto punch formal para levantar con ritmo propuestas de lo más peregrinas. Algo así sucede con 'Incógnito', un guión de Jordan Katz que aborda el mundo de la falsificación de obras de arte con óptica de thriller romántico-criminal.
Jason Patric se esfuerza en su papel de Harry Donovan, un pintor excelente (algo que la película se encarga de remarcar de todas las maneras posibles) que vive de la falsificación de cuadros de maestros de la historia de la pintura. Hasta que le llega el encargo de su vida: reproducir un Rembrandt perdido. La narración de Badham se mueve con brío desde el proceso de creación de la pintura hasta la búsqueda y captura a la que lo someten sus pagadores, dejando espacio a que una relación con la etérea Irène Jacob robe minutos de romance tan inverosímiles y adictivos como la propia trama criminal. Puede que 'Incógnito' sea demasiado pulp e increíble, pero se hace querer.
A favor: Da gusto ver un thriller con las cosas tan claras.
En contra: La suspensión de la incredulidad que pide en el espectador es demasiado funambulista. Eso sí, no nos hagan hablar del retrato rural de España.