En la salud y en el alcoholismo...
por Covadonga G. LaheraEste popular taquillazo de los noventa es un melodrama romántico que sabe contener bastante bien su tono sin argucias excesivamente facilonas y/o tramposas en busca de la lágrima de la platea, algo para lo que contaba con bastantes papeletas dada su trama argumental. Narra la compleja deriva de un aparente matrimonio perfecto con dos hijas donde irrumpe la adicción al alcohol de ella y la dependencia que el marido desarrolla ante el hecho de ser el punto de apoyo constante de su esposa.
Dirigido por Luis Mandoki después de Nacida ayer, el director mexicano reúne para la ocasión a la pareja formada por Andy Garcia (en los tiempos en que el actor de origen cubano tenía gran tirón entre determinado público femenino como latin lover) y Meg Ryan, que le da una intensa y buena réplica lejos de las comedias románticas en las que parecía estar algo encasillada por aquel entonces. No es Días de vino y rosas ni Días sin huella, pero pueden apreciarse las ajustadas interpretaciones, una correcta realización y hasta cierto punto su esforzada contención.
A favor: La secuencia inicial en el bar, el buen hacer de Garcia y Ryan y la química entre ambos.
En contra: Su forzado "happy end" y alguna que otra cursilería de más.