Pervertidos del mundo, uníos.
por Eulàlia IglesiasAndrew Lau, uno de los codirectores de la trilogía ‘Infernal Affair's, debuta en el cine estadounidense con un sucedáneo poco sustancioso de ‘Seven', en el que Richard Gere encarna a un veterano agente de la condicional encargado de vigilar a delincuentes sexuales. Obseso con los posibles reincidentes hasta el extremo de actuar como un justiciero, su jefe lo empareja con una joven ayudante que deberá sustituirle. Enésima variante del thriller con la manida pareja de investigadores, uno veterano y el otro principiante, a la búsqueda de una chica desaparecida, ‘El caso Wells' emprende un poco convincente descenso al submundo de los delitos sexuales. Una fotografía feísta, una puesta en escena nerviosa y un montaje espasmódico que abusa de la inclusión de flashes pretenden compensar la incapacidad del hongkonés para crear una atmósfera realmente sórdida e inquietante que empape a este protector de la inocencia hasta el punto de, quizá, convertirlo en un monstruo no tan diferente de los que persigue.
Lo mejor: A Richard Gere le sienta bien el cambio de registro.
Lo peor: La tolerancia hacia el justiciero.