Críticas
4,0
Muy buena
Margaret

Bandas de Manhattan

por Gonzalo de Pedro

Los términos en torno a esta película se repiten como un mantra: ambiciosa, excesiva, novelesca, larga. Y puede que tengan algo de razón, porque sus dos horas y media despliegan un retrato amargo de la alta sociedad neoyorkina, a través del cual se filtra un país tenso y herido donde la moral ha sido sustituida por la cotización bursátil y el beneficio a toda costa. Sin embargo, hay otra manera de enfrentarse a la segunda película del guionista de 'Gangs of New York' (Martin Scorsese, 2002): como la versión reducida de lo que él quería contar, y al que se ha llegado después de casi siete años de trabajo (la película se rodó en 2005, y desde entonces ha permanecido atascada en la sala de edición). Estas dos horas y media que ahora se estrenan parecen ser el montaje al que llegaron los productores después de recortar el que proponía el director, mucho más largo y, si cabe, ambicioso y detallado. Hasta que no nos hagamos con el DVD de la versión extendida, cualquier reflexión al respecto será ciencia-ficción, pero no está de más conocer la intrahistoria de una de las películas más fascinantes y radicalmente impostadas que ha dado el cine norteamericano en muchos años para entender, por ejemplo, los cabos sueltos que otorgan a la película un cariz de pesadilla, de turbación mental más profundo todavía que el que plantea la historia en sí misma.

Película sobre la orfandad de unos hijos con padres, 'Margaret' retrata la sensación de pérdida y desolación de una adolescente (y de los adultos que la rodean) que se ve involucrada en un accidente de tráfico en el que muere una mujer por su culpa, adoptando los tintes de un thriller ético de ambiente denso y estructura tan compleja como el drama moral al que se enfrenta la adolescente protagonista, interpretada sin compasión ni contención por una soberbia Anna Paquin. Que la película se mire constantemente en referentes "cultos", como la ópera o los dramas de Shakespeare no la convierte en una obra para iniciados, sino que la vincula con una larguísima tradición de dilemas morales. Es interesante conocer que el director fue el responsable literario de la también grandilocuente 'Gangs of New York', porque es inevitable leer las relaciones entre aquel retrato del Nueva York de los orígenes, turbio, sucio y corrupto, y esta mirada crepuscular a lo que se edificó sobre aquellas turbas de barro y sangre: una sociedad de seres desconectados entre sí, adolescentes perpetuos, poco dotados para los sentimientos, y que han perdido los referentes del bien y del mal en un Manhattan inevitablemente podrido bajo una superficie todavía brillante.

Lo mejor: Su capacidad para retratar una sociedad compleja, desnortada y amarga.

Lo peor: Que nos deja con la curiosidad de conocer la versión extendida.