Críticas
3,5
Buena
Factory Girl

El bello juguete que la Factory rompió

por Diana Albizu

La vida de la actriz, modelo y estrella de la Factory Edie Sedgwick estaba pidiendo a gritos tener una versión adaptada por Hollywood en uno de sus biopics ebrios por la estética y la moda de un momento y concreto. Sedgwick, como el gran juguete roto prematuro de Andy Warhol, aunaba todo lo que hace una vida fascinante para la gran pantalla: belleza, éxito, amistades famosas, vida interior desgarrada, drogadicción y un final trágico.

La película dirigida por George Hickenlooper, realizador con una dilatada carrera en el género documental, intenta atrapar el frágil y escurridizo aura de Sedgwick y todo el fabuloso mundo de las Warhol Stars que la rodeaban. Pero, si no fuera por el esforzado trabajo de los intérpretes y algunos destellos de ambientación, no habría tenido nada con lo que elevar su rutinaria factura formal y la superficialidad decorativa de su guión. Sin embargo, ahí están Guy Pearce como Warhol y, sobre todo, Sienna Miller en el papel de su carrera como la quebradiza Sedgwick, para encarnar un glamour y poder de fascinación del que las imágenes de Hickenlooper carecen. Pero, como ocurría con el propio star system alternativo de la Factory, ¿qué más da el contenido cuando la superficie es tan radiante?

A favor: Sienna Miller, entregada y consumida como Sedgwick.

En contra: Hayden Christensen está ridículo como el trasunto de Bob Dylan.