Críticas
2,5
Regular
Juntos, nada más

Más agridulce naturalismo francés

por Mario Santiago

Si hay un registro, o más bien un estilo, que los franceses dominan a placer, ese es el naturalismo. Es una cuestión de tradición y costumbre. En ‘Juntos, nada más', el veterano Claude Berri despacha sin asperezas, y sin salirse un ápice de la raya, otra de esas películas francesas agridulces y amables que tan bien funcionan entre el gran público. Poco se le puede reprochar al filme: el equilibrio entre comedia y drama está solventado con corrección; los actores nadan con la corriente a favor; y la puesta en escena se ciñe a la norma de dejar ver, no molestar. Y todo esto para contar la historia de cuatro almas solitarias que encuentran cobijo en la compañía mutua. Reina el humanismo: los fuertes ayudan a los débiles, los jóvenes cuidan de los viejos y, de paso, aprenden a amar. Audrey ‘Amelie' Tautou vuelve a engatusarnos con sus aires de gamine, aunque aquí aparece preocupantemente escuálida. Al final, el espectador afín, aquel que se deleita con filmes como ‘El erizo' o ‘Intocable', salé encantado y de buen humor; aunque la realidad es que el cine francés en su conjunto no se despeina un pelo por películas como esta.

A favor: El inspirado trabajo de Laurent Stocker en la piel de Philibert Marquet de la Tubelière, el ingenuo y aristocrático "bicho raro" del grupo.

En contra: Su excesiva corrección.