Críticas
3,0
Entretenida
Abbott y Costello contra los fantasmas

La parranda de los monstruos

por Daniel de Partearroyo

Se formaron como cómicos de vodevil, burlesque y radio, pero el dúo compuesto por William 'Bud' Abbott y Lou Costello resulta indispensable para comprender el desarrollo cinematográfico de la comedia norteamericana a mediados del siglo XX. Contemporáneos de otra famosa pareja del género como Laurel y Hardy (con quienes Lou trabajó como doble y especialista al inicio de su carrera), su época de esplendor podría marcar el eslabón imposible entre el momento de mayor fama de los hermanos Marx y el cierto reemplazo ejercido por el trío de Los tres chiflados (todo esto sin tener en cuenta los períodos de solapamiento en las carreras de todos u obviando las evidentes diferencias en las respectivas propuestas humorísticas; en fin, pasando muy por encima). Sus películas para Universal a principios de los años 40 fueron absolutos taquillazos que, aparte de salvar al estudio de la bancarrota, les convirtió en dos de las más grandes (y mejor pagadas) estrellas de la década.

'Abbott y Costello contra los fantasmas' nació en 1948 como el primer paso de una estrategia de Universal para unir en un crossover a dos de sus franquicias más rentables (no, estas cosas no son nuevas en Hollywood): Abbott y Costello y la colección de monstruos clásicos que poseía el estudio (Drácula, el Hombre Lobo, el monstruo de Frankenstein, la Momia, el Hombre Invisible, el Dr. Jekyll y Mr. Hyde, etc.). Dirigida por el colaborador habitual del dúo Charles Barton, la película reúne a intérpretes míticos retomando sus papeles icónicos, como Bela Lugosi haciendo de conde Drácula (la única vez que volvió a interpretarlo tras la película de Todd Browning) o Lon Chaney Jr. del Hombre Lobo; el monstruo de Frankenstein se le ofreció a Boris Karloff, que rechazó el papel, aunque lo asumió otro especialista como Glenn Strange.

Dejando aparte toda la mitomanía arqueológica (y con su puntillo naíf) que desprende tan tremendo plantel de pesos pesados, 'Abbott y Costello contra los fantasmas' puede ser una de las películas más divertidas del dúo. No encontrarán en ella creaciones tan irrepetibles como el número "Who's on first?", pero sí una incesante y bien hilada sucesión de gags físicos y verbales a costa de los clichés del cine de terror gótico gracias a un rocambolesco plan de Drácula para conseguir el dócil cerebro de Lou y transplantarlo en el monstruo de Frankenstein. Aunque la interacción entre la pareja protagonista esté engrasada a la perfección para llevar a la risotada, lo mejor es la autoparodia licántropa de Lon Chaney Jr., que está pletórico como über afectado y atormentado hombre lobo temeroso de sus transformaciones.

A favor: El genial cameo en el último plano de la película.

En contra: La desconexión con los referentes y la blancura del humor pueden hacerla algo anémica para el espectador actual.