Críticas
2,5
Regular
Vive y deja morir

Nuevos aires para Bond

por Virginia Montes

Con la aparición en 1973 de Roger Moore como James Bond en 'Vive y dejar morir', la serie cambia de rumbo. Tras seis títulos con Sean Connery y uno con George Lazenby (un primer, y fallido, intento de relevar a Connery del papel), la saga sobre 007, entrada la década de los setenta, toma otros derroteros mucho más desinhibidos gracias a que el Bond de Moore es más humorístico y cómico que aquel que diera forma Connery, no exento de cierta comicidad pero mucho más solemne que el de Moore. De este modo, el nuevo Bond de Moore, que en 'Vive y deja morir' ya queda perfilado, se extenderá a lo largo de los setenta y parte de los ochenta en siete películas entre las que 'Vive y dejar morir' destaca ligeramente por encima del resto, quizá porque aquellos elementos relativamente novedosos para la saga y que se irán repitiendo, de manera hiperbólica, en los siguientes títulos, presentan la frescura de la novedad. Por ejemplo, con Moore la serie se abre, cada vez más, a espacios más exóticos cuando no francamente imposibles (el espacio exterior, por ejemplo), llegando a rozar en más de un momento un cierto tono de parodia que, paulatinamente, irá restando credibilidad (si alguna vez la tuvo) a la saga. En 'Vive y deja morir', Guy Hamilton intenta conjugar el nuevo tono que se quiere dar a la serie con la uniformidad estética que esta ha ido adoptando en los siete títulos anteriores, y el resultado es el de una película de excesivas y largas secuencias no siempre bien trabajadas, en cierto momentos incluso aburridas. El nuevo Bond quiere ser más divertido y, en cambio, se vuelve como más perezoso. La acción en 'Vive y deja morir' ya tiene algo de increíble, de imposible, pero no será más que el comienzo de lo que acabarán haciendo Lewis Gilbert y John Glen: un Bond más humano pero, paradójicamente, capaz de realizar las más imposibles acciones. No obstante, 'Vive y deja morir' no solo tiene la que sea una de las canciones más famosas de la serie, sino también algunas de las secuencias más impactantes, la mayoría con Yaphet Kotto como malvado de la función. Quizá el cambio de ciclo favoreció al aspecto de la película y de ahí que hoy siga manteniendo cierto encanto que no tendrán los siguientes títulos. Y Jane Seymour es la chica bond, lo cual es muy simpático.

A favor: Que aporta algo diferente a la serie y abre al personaje hacia otros caminos.

En contra: Su duración y la de gran parte de las secuencias.