Críticas
3,5
Buena
Chloe

Tímida heterodoxia

por Carlos Reviriego

Película extraña, a veces tan convencional como sumamente desconcertante. Extraña incluso dentro de la filmografía de un cineasta tan heterotodoxo como el armenio Atom Egoyan.Lo anecdótico es que se trata de la primera de sus películas en la que no actúa su esposa, la actriz Arsinée Khanjian. Lo más sustancioso es que también es la primera vez que Eogyan no parte de un guión propio y que cuenta con un productor, Ivan Reitman, cuyo cine no tiene nada que ver con el del autor de 'Exotica' (1994). Brillante y turbadora, incluso sombría en su forma de mostrar lo que se oculta tras un mundo de apariencias, 'Chloe' propone una vuelta de tuerca al thriller sexual y al melodrama a partir del remake del filme francés 'Nathalie X' (2003), en el que una mujer contrataba a una prostituta para poner a prueba la fidelidad de su marido. El gran interés del filme es que Egoyan construye un triángulo sexual que se declina en "subjuntivo" –"qué hubiera pasado si..."–, un tiempo verbal muy infrecuente en la narración cinematográfica. Sin alejar el filme de los códigos comerciales –como si fuera una actualización de 'Atracción fatal'–, la intrasferible voz de Egoyan logra combinar la psicología erótica de Paul Verhoeven y las turbias atmósferas hitchcockianas con los tonos de un melodrama de Douglas Sirk. Y todo ello manteniendo fidelidad al tono que le ha acompañado en filmes que van de 'Exotica' a 'Adoration' (2008), pasando por 'Where the Truth Lies' (2005). Sobre el papel, parece sencillo. Pero no lo es.

A favor: El momento en que Chloe (Amanda Seyfried) mira directamente a cámara en una secuencia crucial del filme.

En contra: Que a pesar de sus pequeñas subserviones, el filme no se atreve a detonar por completo el género y sus fórmulas.