El ladrón travesti
por Covadonga G. LaheraFue el realizador australiano Phillip Noyce el encargado de llevar a la gran pantalla al personaje literario de Leslie Charteris, que ya había tenido unas cuantas traslaciones previas desde los años veinte, en formato película y la más popular encarnación de Roger Moore para la pequeña pantalla británica en los sesenta.
La caracterización de Val Kilmer no logra estar a la altura y su proceso de travestismo queda como una sucesión bastante anecdótica de vestimentas y acentos. El guión se concentra en exceso en la relación que traza este con la científica protagonista (Elisabeth Shue), que emocionalmente le redime, y como propuesta de thriller funciona a medias, pese a que la aventura transcurra en una atmósfera tan caldeada como la de la Guerra Fría, y por mucho que el objetivo sea tan ambicioso como el de sustraer la fórmula de la fusión fría.
A favor: Elisabeth Sue y, aunque no sea su intención, algunos de los camuflajes de Kilmer resultan graciosos.
En contra: No funciona demasiado bien como cinta de acción.