Críticas
3,5
Buena
28 semanas después

Pura adrenalina terrorífica

por Virginia Montes

El director Danny Boyle le proporcionó una dimensión más enérgica al cine de zombies (o infectados, en este caso) a su película 28 días después (2002), una irreprochable pieza de género en la que el director supo integrar con precisión su estilo videoclipero para ofrecer una pieza de terror moderno y con garra. Su continuación, 28 semanas después, se le encargaría al director español Juan Carlos Fresnadillo, que ya había demostrado en su ópera prima, Intacto (2001), su dominio en el tratamiento de la tensión ambiental y su capacidad para configurar atmósferas enrarecidas. Siete años después de esta fantástica película, Fresnadillo tuvo la oportunidad de demostrar a nivel internacional sus dotes como director, e incluso logró superar en esta película a la anterior entrega firmada por Boyle. Más terrorífica, más claustrofóbica, más salvaje, más gore.

El director utiliza un estilo directo, casi de reportaje de guerrilla, pero al mismo tiempo planificado con una precisión milimétrica. Estupendas interpretaciones, sobre todo, a cargo de Rose Byrne y de la joven Imogen Poots, y una ristra de imágenes imposibles de olvidar.

A favor: La potencia de sus imágenes.

En contra: Que algunos no consideren esta película como cine de autor.