Juegos divertidillos
por Nestor HidalgoEs una pena que el primer largometraje escrito y dirigido por Bryan Bertino llegara no sólo después de la insoslayable 'Funny Games' (1997) de Michael Haneke, sino también de su calco norteamericano de 2007. Las semejanzas al contar las penurias de una pareja (aquí sin hijo) acosada en su domicilio por unos desconocidos con insistentes y macabras intenciones son evidentes. Sólo que la propuesta de Bertino apuesta con desnudez por el género puro y duro, sin utilizarlo como excusa para lanzar un mensaje o hacer un llamamiento social, sino deleitándose en la actualización de sus formas y los elementos de su gramática. En resumen, lo mismo que hacen James Wan o Ti West en sus películas.
Es admirable cómo Bertino consigue crear absoluto desasosiego con la presencia de sus tres asaltantes enmascarados sin recurrir a golpes de efecto impactantes ni a subidones repentinos de música, sino solamente jugando con elementos atmosféricos y un trabajo de sonido sobresaliente. Siempre hay una figura amenazante en las sombras de cada habitación, o al menos eso es lo que quieren ellos que creas para atraparte por otro lado. Un trabajo de terror atmosférico magnífico y un sabio uso de la brutalidad que hoy en día se ha convertido en moneda común del género convierten a 'Los extraños' en uno de los títulos más interesantes del horror telúrico y plausible de los últimos años.
A favor: Cómo mediante un simple loop convierte una simple canción ('My First Lover' de Gillian Welch) en algo escalofriante.
En contra: Duele tener que restarle puntos de originalidad.