Vodevil sin gracia
por Paula Arantzazu RuizPoca fortuna la de Gérard Krawczyk al haber aceptado realizar el remake de la película homónima de 1951, protagonizada por el mítico actor Fernandel, a su vez basada en una popular novela de Honoré de Balzac Su papel recae en esta versión en Christian Clavier, quien para desgracia del personal, asume también las labores de guionista. Clavier es un tipo extremadamente popular en Francia gracias a la saga ‘Los visitantes' y las dos primeras entregas de ‘Ásterix', por cuyo físico se le asocia con valores peyorativos del mundo rural francés: la vileza, la mediocridad, la rudeza, etc. Aquí la cosa no mejora y, sea por esa impronta de vodevil chusco, o por una estética de neogótico depauperado, la película no funciona. Ni el esfuerzo de sus compañeros Josiane Balasko y Gérard Jugnot consiguen una chispa de gracia.
A favor: Descubrir que la comedia costumbrista chusca no es algo propio de España.
En contra: La sola idea de que Gérard Krawczyk pensó que podría superar a Jean Epstein y Claude Autant-Lara.