Paisajes futuros
por Virginia MontesLa factoría Pixar es una máquina incombustible en generar clásicos instantáneos. Pero Wall•e. Batallón de limpieza, no es su película más accesible. Para introducirse en un universo es necesario tener paciencia y dejarse cómodamente deslumbrar no solo por el ingenio técnico que despliega, sino por la sutilidad narrativa y la hondura emocional que lleva implícita en cada escena. Pero para ello hay que acostumbrarse a los ritmos internos que marca la película, a su ausencia de diálogos que es puro zumo de cine mudo, a sus guiños al cine del pasado con el que parece querer construir el cine del futuro, a su minimalismo expresivo, a su delicada agudeza estilística.
Esta odisea futurística es una oda de amor a la ciencia ficción, pero también, como decíamos, todo un homenaje a las formas de representación más primigenias. Quizás la comunicación entre los humanos sería más efectiva si volviéramos a lo esencial, pero son muchas ideas que contiene en su interior y esboza de manera tan sencilla como emocionante esta película mágica sobre el amor y la comprensión en su estadio más puro.
A favor: Su sencillez y al mismo tiempo complejidad.
En contra: Puede resultar en algunos momentos algo blanda.