Un toque de magia Pixar
por Virginia MontesEn 1995, John Lasseter y la productora de Pixar, dieron un vuelco a la animación tradicional incorporando las nuevas tecnologías y ofreciendo un revolucionario cambio hacia el formato digital que introdujo unas reformulaciones estructurales que han ido perfilándose y redefiniéndose a lo largo de los años.
Después de más de diez años desde que viera la luz el segundo 'Toy Story 2' (1999) y después de que la Pixar alcanzara la gloria gracias a producciones en las que cada vez había ido desarrollando su potencial y su incansable fuente de originalidad, era quizás el momento de cerrar la trilogía con la que empezó todo.
'Toy Story 3' tiene todos los elementos que hicieron grande el original y va más allá, casi hasta el infinito, como diría el personaje de Buzz Lightyear: Es una aventura constante, libre y con un sentido del ritmo de una precisión milimétrica, se ve enriquecida por matices inesperados que la dotan de una dimensión diferente en cada una de las esquinas y recovecos por la que transitan. Es, más que nunca, una película triste, que habla del final de la inocencia, de la entrada en una salvaje edad adulta regida por leyes crueles y a veces tiránicas. Todos los personajes han madurado, al igual que ese niño que ahora se marcha a la universidad y que no sabe qué hacer con sus viejos juguetes. Hay profundidad emocional y anímica en esta tercera parte, pero también en ella se encuentra presente el germen de la épica minúscula, esa que crece a partir de cosas muy pequeñas y que termina proporcionando una satisfacción que más que ninguna otra, te llena.
A favor: Los nuevos personajes, en particular el oso Lotso y el bebé roto.
En contra: Saber que puede ser la última de la serie.