Un buen thriller
por Rodolfo SánchezBob Rafelson comenzó en 1968 su carrera con Head (Cabeza) y aunque siguió trabajando con cierta asiduidad nunca logró labrarse un nombre más allá de un mínimo reconocimiento gracias a títulos como Mi vida es mi vida o El caso de la viuda negra o la polémica en su momento El cartero siempre llama dos veces. Un reconocimiento a un hombre capaz de realizar películas correctas pero sí más. En 1996 dirigió Sangre y vino película de intriga con Jack Nicholson (habitual de su cine), Michael Caine, Stephen Dorff y Jennifer Lopez que trazaba una historia de atracos, triángulos amorosos y traiciones muy bien resuelta, con tensión y momentos sorpresivos para nada caprichosos y aleatorios. Aunque rodada en los años noventa Sangre y vino posee una sucia y una atmósfera sombría que recuerda a no pocos thrillers de los setenta en su construcción. Esto ocasiona que la película posee un cierto halo anacrónico que añade encanto a una película que si bien posee ciertas caídas de ritmo también lo es que Rafalson es capaz de subir el tono con rapidez para conseguir el realizar una película mucho más interesante de lo que en su momento se consideró.
A favor: Los actores, el trabajo de realización de Rafelson.
En contra: Que la película no mantiene el ritmo constantemente.