Sentido y sensibilidad
por Cristina Álvarez LópezLa opera prima de Roser Aguilar es una historia intimista y humana sobre una pareja que ve su relación afectada cuando a él le diagnostican una enfermedad. Con un estilo sobrio, ajustado y una estética minimalista, el filme se construye como una pieza de cámara que sabe sacar partido de sus actores (destaca especialmente Marian Álvarez en el papel protagonista) y que juega sus cartas hábilmente.
Pero estamos ante uno de esos casos en que las virtudes del filme son también su mayor lastre. Aguilar está pendiente en todo momento de realizar un filme correcto, sin excesos, que no chirríe en ninguno de sus aspectos, al que no pueda criticársele nada. El resultado es una película que funciona a ciertos niveles, que se acerca con sensibilidad a su temática, pero en la que echamos en falta más personalidad y riesgo.
A favor: La espléndida interpretación de Marián Álvarez.
En contra: Se trata de un filme donde el cine está "al servicio" de la historia y donde la búsqueda de unos estándares de calidad es demasiado evidente.