Van Damme en la frontera
por Eulàlia IglesiasLa imagen de Jean-Claude Van Damme entrando en un bar lleno de tipos hostiles con la jaula de un conejo, su mascota, en la mano parece anticipar el tono de desmitificación que preside 'JCVD'. De hecho, 'El patrullero' es justo la película anterior a ese juego autorreferencial entre la realidad y la ficción, entre la autoparodia y el homenaje crepuscular, que le confeccionó Mabrouk el Mechri al action hero belga.
Queda claro que ésta no es una de las cimas en la filmografía de Van Damme No se trata de que a él se le note el tinte que disimula sus incipientes canas, que se le nota. Nos referimos más bien a que el film desprende ese aroma a película barata a la que recurre un actor cuando ya no cuenta con producciones de mayor envergadura. 'El patrullero' y su musculoso protagonista, sin embargo, llevan con toda la dignidad del mundo su condición straight-to-video, a sabiendas que no dejan de ofrecer aquello que sus fans esperan de ellos. La película se pone al servicio de las habilidades de Van Damme en un contexto de ciudad fronteriza que permite introducir secuencias con un punto de delirante exotismo como la del ataque al autobús lleno de monjas y curas.
A favor: El conejo de Van Damme.
En contra: La falta de presupuesto desluce el arte del protagonista.