Críticas
4,0
Muy buena
Celda 211

Malamadre, quédate

por Nestor Hidalgo

En su cuarta película como director, Daniel Monzón logro lo que se creía imposible: aunar en un mismo largometraje prestigio taquillero y reconocimiento industrial en forma de premios sin descuidar la realización de un producto sólido que consiguió el beneplácito de la crítica. Es decir, un pleno total. Y a través de un género tan ferreamente codificado como es el carcelario.

Centrándonos en los logros cinematográficos, la adaptación de la novela de Francisco Pérez Gandul que realizan Monzón y Jorge Guerricaechevarría no tiene fisuras y logra un planteamiento casi de western de Anthony Mann: el protagonista que interpreta Alberto Ammann traza un arco radical desde el profesional ideal hasta la desquiciada máquina de matar sin nada que perder a donde le llevan las circunstancias en las que se ve envuelto. No obstante, el mayor hallazgo está en Malamadre, el líder de los presos encarnado por Luis Tosar, perfecto ejemplo de creación de un personaje icónico, imperecedero y, además, perfectamente plausible. Todavía estamos esperando que alguien en la industria del cine español recoja el testigo de una producción tan sólida, efectiva, apasionante y, por una vez, con las cosas tan claras.

A favor: Cómo Luis Tosar y Carlos Bardem logran escalofriar con sus papeles.

En contra: Que su gran éxito de taquilla y premios (8 Goya) no haya propulsado la carrera posterior de Daniel Monzón.