Críticas
3,5
Buena
Los tres chiflados

Tres tontos muy tontos

por Miguel Blanco

Hay películas de los Farrelly que están protagonizadas por un solo personaje, como 'Algo pasa con Mary' o 'Amor en juego'. Pero la mayoría de sus producciones giran alrededor de una pareja protagonista ('Dos tontos muy tontos', 'Vaya par de idiotas', 'Pegado a ti'), quizás reflejando su propia experiencia de hermanos inseparables. Pero en 'Los tres chiflados' tenemos a un trío como centro de la historia, los tres hermanos Larry, Curly y Moe, abandonados de pequeños en un orfanato e inseparables desde entonces, soñando alcanzar la fama en el mundo del espectáculo.

La idea original de la película nace de una añeja serie de televisión americana de humor absurdo que quizás los Farrelly vieron en su niñez. De ahí que abandonen el humor más literario, más cercano al gag verbal patentado por la factoría Apatow de sus últimos films para rendirse al estilo tontorrón e imprevisible de aquellas comedias clásicas, basadas en una sucesión interminable de golpes y tropiezos, como la cada vez más reivindicada 'Loquilandia'.

Así, los Farrelly logran una especie de resurrección, tras unas películas algo flojas. 'Los tres chiflados' es pequeña, pero con encanto, donde el viejo humor slapstick aterriza como un meteorito en el mundo contemporáneo, dominado por reality shows de mal gusto (atención al cameo de los chicos de 'Jersey Shore', entre otras apariciones especiales como Larry David -haciendo de monja-, Sofia Vergara o la supermodelo Kate Upton). Es un gesto agresivo, pues los Farrelly quieren dinamitar la comedia contemporánea con un salvaje retorno a los orígenes, sin intermediarios, a base de las caóticas coreografías humorísticas y unos (anti)héroes que terminan triunfando a base de hacerlo todo al revés, prácticamente sin presencia de sus habituales gags escatológicos.

A favor: El atrevimiento de ir contra las tendencias de la comedia actual.

En contra: Los cameos de famosos pueden parecer un peaje para atraer a la audiencia.