Te la chupo toda (la sangre)
por Gonzalo de PedroNo hace falta ser un lumbreras para entender la obvia carga sexual que comportan, como un subtexto más que presente, las historias de vampiros: hombres, o mujeres, que se lanzan lujuriosos a los cuellos de sus víctimas a los que extraen el jugo para convertirlos al lado oscuro. ¿Puede imaginarse metáfora más carnal del sexo y la lujuria? En esa línea, 'Vampire Lesbian Killers' no hace sino actualizar ese legado, y fundirlo con una fantasía sexual (masculina) clásica, la de las lesbianas (mazizas) como expresión del placer prohibido, y con tradiciones cinematográficas igualmente fructíferas como la de los excursionistas paletos que topan con un lugar maldito en medio del campo, o las "buddy movies", películas de parejas (masculinas y heterosexuales) que se equilibran en sus caracteres. Con un tono entre paródico, jocoso y directamente chorra, 'Vampire Lesbian Killers' mezcla todo lo anterior para ofrecer un mejunje iconoclasta muy propio de nuestra época, gobernado todo él por una clara vocación de pasar el rato. Y pasarlo bien.
Lo mejor: la libertad en la mezcla, la despreocupación y el libertinaje de la propuesta.
Lo peor: la inevitable historia de amor, ay, que la película no se toma tan a guasa como el resto.