Críticas
3,0
Entretenida
Mi refugio

El fin de la juventud

por Miguel Blanco

François Ozon con el tiempo se ha convertido en ese tipo de cineasta que ni ofende ni agrede, que ofrece dramas regulares siempre con algún detalle diferenciador, pero en el que nunca vemos un interés claro por alguna idea, imagen o tema. Así, parece que su filmografía ya no avanza hacia ninguna parte y se ha convertido en un director industrial que hace películas que si no ves, no pasa nada.

En 'Mi refugio' trata temas que le son afines, como la homosexualidad y la adicción a las drogas, la falta de normas y de guías en una juventud que ha crecido en soledad. Si en 'El tiempo que queda' mostraba cómo uno de esos jóvenes descubría que su vida se apagaba inexorablemente, ahora plantea una situación similar. No es la cercanía de la muerte lo que angustia a los jóvenes, pero sí la llegada de las responsabilidades como adulto, que es, al fin y al cabo, el fin de esa adolescencia que pensaban que nunca se acabaría. Es una película triste y madura, realizada como siempre con profesionalidad, y donde Isabelle Carré y el gran Melvil Poupaud aportan credibilidad a sus papeles, pero tienes la sensación de que a Ozon le falta algo más, llevar a sus protagonistas a un nivel dramático superior.

A favor: Ese gran actor francés llamado Melvil Poupaud.

En contra: La profesionalidad y el rigor técnico a veces parece una losa para el cine de Ozon. Demasiadas reglas y poca libertad.