Buenismo naive
por Bibi RamosMartha Coolidge, la realizadora de Escuela de genios y de El precio de la ambición, entre otras, dirigió a mediados de los noventa esta especie de cuento de hadas sensiblero ambientado en los años cincuenta cuyo cruce entre drama y fantasía cae enseguida en algo previsible y bastante edulcorado. El origen fue una historia original escrita a cuatro manos por Clifford y Ellen Green. La puesta en escena de los momentos mágicos es muy poco creíble y bastante vacía.
Encabezado su reparto por Patrick Swayze y Mary Elizabeth Mastrantonio, Tres deseos comienza presentándonos a una familia formada por Jane Holman y sus dos hijos, quienes han sufrido la pérdida del marido y padre, respectivamente, en la guerra de Corea. Yendo un día en coche, atropellan accidentalmente a un errabundo individuo que se hace llamar Jack McCloud y que va acompañado de su perra Betty Jane. Como siguiendo aquella especie de costumbre de hace años en nuestras coordenadas, aquella costumbre que se hacía por Navidad bajo el lema de "siente a un pobre a su mesa", Jane decide acoger a Jack y que pase con ellos la convalecencia de la fractura de la pierna. Por supuesto, todos le irán cogiendo cariño al recién llegado, aunque salvo los más pequeños no creo que encuentran demasiados asideros en esta historia con pátina de Disney.
A favor: Las interpretaciones femeninas: la de Mastrantonio y la de Betty Jane.
En contra: Su ingenuidad y moralina facilona, así como su poco atractiva puesta en escena del "fantástico".