Críticas
5,0
Obra maestra
Somewhere

Encontrar un lugar

por Beatriz Martínez

"¿Quién es Johnnie Marco?", le preguntan en una rueda de prensa al actor que interpreta Stephen Dorff. Por un lado la faceta pública, el hombre de fama al que todos admiran y con el que todas las mujeres desean acostarse; por otro, en su vida privada, un ser desamparado, atrapado en una burbuja de tedio e insatisfacción que, como termina admitiendo al final de la película "no es nada, ni siquiera una persona". Johnnie Marco tiene un Ferrari que solo utiliza para dar vueltas por la ciudad de Los Ángeles y vive en la habitación de un hotel de lujo del que prácticamente no sale y en el que parece tener acceso a todo lo que desea (bailarinas de striptease, fiestas, masajes, chicas, más chicas...). Johnnie Marco no es un hombre de acción, las cosas son fáciles para él. Le basta con mirar a una modelo para llevársela a la cama y con una llamada de teléfono tiene el mundo a sus pies. En la película lo vemos ensimismado, deambular sin rumbo fijo, observando pasivamente a su alrededor: a su hija patinar, a las gemelas strippers contoneándose frente a él, a las mujeres insinuársele... pero él nunca hace nada. Simplemente está físicamente ahí, sin más. Pero... ¿dónde está Johnnie Marco realmente? En algún sitio, como indica el título de la película, pero no sabemos cuál. Sofía Coppola, a lo largo de su filmografía, ha centrado el estudio de los personajes en relación al espacio que habitan. Sus criaturas son seres encerrados en sus propios caparazones, cuya desconexión con la realidad que les rodea es total. En sus anteriores filmes se trataba de retratos femeninos, jóvenes incapaces de integrarse en el mundo que les había tocado vivir, prisioneras de su propio destino. En este caso, Johnnie Marco es un trasunto de esos personajes que descubrían que, a pesar de todo lo que tenían, no eran libres.

En 'Somewhere' Sofia Coppola vuelve a incidir en los temas fundamentales sobre los que ha vertebrado su filmografía, pero en esta ocasión construye una obra en la que todo, su sentido metafórico y su construcción narrativa y estilística, queda reducida a su mínima expresión. Una pieza de cámara tan mínima como esencial, que nos vuelve a descubrir a una cineasta dotada de una capacidad expresiva única e intransferible, así como de alguna manera desafiante dentro del cine actual. El ritmo interno con el que construye sus ficciones, a base de silencios, escenas erráticas y aparentemente intrascendentes que funcionan como pequeñas unidades de significación independiente que van adquiriendo sentido a medida que van acumulándose, ha alcanzado en 'Somewhere' su estadio más depurado. Sofia ha conseguido lo más difícil: parecer que no está contando nada, para en realidad estar contándolo todo.

Lo mejor: La descripción del espacio que habitan los personajes y la manera en que lo filma.

Lo peor: La un tanto insípida presencia de Elle Faning.